Los mexicanos siempre estamos presentes en los mejores (y peores) eventos del mundo. ¿Hay una final de Copa del Mundo en un país lejano? Ahí hay un mexicano. ¿Cambian de Papa? En la Plaza de San Pedro hay mexicanos. ¿Ocurre un desastre natural en Asia? También hay mexicanos, y lo mejor, sobreviven.
Podríamos seguir con varios ejemplos semejantes para probar que los connacionales siempre tenemos “vela en cualquier entierro”, y no sólo nosotros, sino también nuestras plantas. De hecho, esta historia es sobre un pequeño arbusto de origen mexicano que está poniendo en serios problemas a varias zonas naturales de Rajastán, en la India.
La belleza de Jodhpur
Rajastán es el estado más grande al noroeste de la India, su capital es la ciudad Jaipur y además cuenta con otras ciudades importantes como Kota, Alwar, Udaipur, Bhilwara, Jodhpur, Bikaner o Jodhpur. Ésta última es un importante destino para el turismo, gracias a sus templos, palacios y fuertes. Se le conoce como Ciudad Azul porque de ese color se pintan las casas que se ubican debajo del Fuerte de Mehrangarh.
Jodhpur está ubicada en el desierto de Rajastán, la mayor parte del año su clima es seco, salvo en el periodo de junio a septiembre, cuando se presentan las lluvias monzónicas. Su terreno está formado por colinas de arena onduladas en las que hay elevaciones rocosas y vegetación dispersa (más de 300 especies de árboles viven en dicho desierto), aunque también cuenta con reservas ambientales dedicadas al cuidado de especies animales endémicas, como el león asiático, que en esa región aún vive de forma silvestre.
Toda esa belleza natural desde hace tiempo está amenazado por una planta a la que los aldeanos de por allá conocen como “La Loca”, y que llegó de tierras mexicanas.
Así lucía el fuerte de Mehrangarh en 1890, antes de la invasión de “La Loca”:
“Es que se veía bonita”
El mezquite, también conocido como Juliflora, es una especie de planta leguminosa nativa de México, Sudamérica y el Caribe. De hecho es considerado uno de los árboles emblemáticos de Venezuela.
Sin embargo, las semillas del mezquite de esta historia fueron llevadas desde México hasta la India por los colonos británicos, que las hicieron llegar allá con la idea de forestar las tierras yermas de este desierto.
En la década de 1930, al Majarajá de la Fortaleza de Mehrangarh se le hizo fácil subirse a una de sus avionetas y esparcir las semillas alrededor del fuerte para reverdecer el desierto.
Al principio, todo era risa y diversión para el Majarajá, quien descubrió que el mezquite se daba demasiado bien por allá, pues es resistente a la sequía. Décadas después, la juliflora cubre más de medio millón de hectáreas de las zonas más áridas del país, y ha originado serios debates entorno al impacto ecológico, social y económico que tiene la introducción de flora y fauna exótica en la India.
Así luce el Fuerte ahora:
La Juliflora Maligna
“Puede crecer en las grietas de las rocas volcánicas, en pequeños espacios de tierra húmeda y en las condiciones más difíciles, ahogando al resto de la vegetación”.
Eso mencionó el naturalista Pradip Krishen, quien está intentando recuperar con plantas nativas el desierto de Rajastán, de las garras de la juliflora.
Junto con científicos del Central Arid Zone Research Institute de Jodhpur, dice que no todo es malo, pues la madera de esta planta es excelente como combustible, y sus vainas sirven como alimento para el ganado. Por eso, desde 2006 el reto de Krishen es convertir las cerca de 70 hectáreas del terreno rocoso que hay alrededor de la fortaleza, en un parque natural con especies nativas. El reto para lograrlo es controlar a la juliflora y sus raíces, que son capaces de arraigarse a una profundidad de hasta 46 cm. Ahí radica el problema, en lograr eliminar las raíces más profundas para que no surjan nuevamente.
Como dato jocoso, Krishen, antes de volverse naturalista no tenía ni idea de la flora del desierto, de hecho era director de cine y hasta escribió dos best-sellers
¿Lograrán librarse de esta planta en tierras indias o la planta mexicana terminará matando a todos? Lo ideal sería encontrar una forma de hacer que el mezquite y las plantas nativas puedan convivir, pues hay lugareños a los que la planta sí les gusta y le siguen encontrando ventajas.
De cualquier forma, este es un ejemplo de cómo la mano del hombre a veces sólo arruina las cosas. Por eso no es bueno llevar animales o plantas de un ecosistema a otro; algo así pasó en Los Simpson, cuando Bart llevó ranas a Australia:
