Por Mariana Castro Azpíroz

Las aves cantan, las abejas zumban y todo florece. Ha llegado la primavera. Antes la fecha era en el equinoccio, el 21 de marzo, pero los datos recolectados en 75 jardines botánicos alrededor del mundo nos muestra que debido al cambio climático, la primavera ahora llega dos semanas antes. Esta estación se llena de flores y entran en acción los polinizadores.

Adentro de las flores, se producen las semillas, que contienen toda la información necesaria para construir una nueva planta y también generan frutos. Para que se forme una semilla, es necesario que el polen pase del estambre, que es el órgano floral masculino, al estigma: el órgano floral femenino.  Algunas flores se pueden autofecundar. Es decir, si su propio polen llega a los óvulos, se forman semillas. Sin embargo, eso reduce la diversidad genética, por lo que incluso hay plantas que han desarrollado mecanismos para no ser capaces de autofecundarse. ¿Entonces cómo llega el polen de una flor a otra? Puede ser a través del viento o el agua (que en realidad no son tan eficientes porque son muy variables) o los animales polinizadores. 

Más que sólo abejas

Aunque según Bee Movie las abejas no han tenido un día libre en 27 millones de años, no son la única especie encargada de la polinización. En México existen más de 20,000 especies de plantas con flores. Para polinizarlas tenemos más de 6 mil especies de abejas, avispas y hormigas, 1,800 especies de mariposas y polillas, cientos de escarabajos, 57 tipos de colibríes y una docena de murciélagos. 

flores polinizadores
Foto: Pixabay

La planta del cacao es polinizada por la mosca Forcipomyia: la única lo suficientemente pequeña para navegar dentro de la compleja estructura de la flor de Theobroma cacao. Sin moscas, no hay chocolate. Prácticamente la mitad de las familias de moscas que existen son polinizadoras y se alimentan de flores. Cada una de estas 71 familias incluye muchas especies que son importantes porque además tienen una amplia distribución. Mientras que otros animales solamente sobreviven en determinados ambientes o temperaturas, las moscas se encuentran en todos lados, así que pueden transportar el polen de plantas hasta en la cima de las montañas. De hecho, es posible que hayas visto moscas polinizadoras sin saberlo, porque para protegerse de sus depredadores, muchas se visten de… “amarillo con negro, amarillo con negro… ¡oh, negro con amarillo!”. Así lucen más peligrosas, como avispas o abejas, aunque en realidad no tienen veneno ni aguijón.

El trueque

Los polinizadores obtienen muchos beneficios de las plantas. El néctar de las flores es rico en carbohidratos y atrae a abejas, mariposas y polillas. El polen tiene un alto contenido de proteínas y es recogido por las abejas para alimentar larvas, y también por moscas, polillas y mariposas. Los escarabajos y avispas también comen otros tejidos florales y las aves usan aceites de las plantas para impermeabilizar sus nidos y resinas para construirlos. 

Pero por si esto fuera poco, las plantas tienen otras estrategias para atraer polinizadores y asegurar su reproducción. La forma, color y aroma de las plantas tiene que ver con quién la poliniza. Por ejemplo, los murciélagos y las polillas son nocturnas, así que las flores que polinizan se abren en la noche, desprenden un fuerte aroma y varias son de color blanco para reflejar la luz de la luna. Las abejas pueden ver luz ultravioleta y algunas flores tienen patrones en este rango de luz cerca de su centro, para atraerlas a la zona con polen. Hay algunos tipos de orquídeas que parecen insectos hembra para, visualmente o a través de su aroma, atraer a insectos macho. Incluso hay flores que huelen a podrido y son polinizadas por moscas. ¡Algunas de éstas también pueden aumentar su temperatura en ambientes fríos (termogénesis), para ofrecer calor y protección a las moscas! Los granos de polen se pegan al cuerpo del polinizador accidentalmente y, cuando se posan en otra flor, caen en ella y pueden fecundarla.

Seguridad alimentaria

La polinización es crucial para prácticamente todos los ecosistemas terrestres y es la base de una producción agrícola sostenible mediante reproducción de plantas. La FAO señala que “mantener la diversidad de plantas y polinizadores también significa mantener la diversidad de alimento de consumo humano”.  Los humanos obtenemos diferentes servicios ecosistémicos de las plantas, como madera, resina, oxígeno, captura de carbono, soporte del suelo, retención de humedad y regulación de la temperatura. El 80% de los cultivos de los que se obtienen alimentos, bebidas, medicinas, tintas y fibras a nivel mundial depende de polinizadores. En nuestro país, esta cifra aumenta a 88%. Chile, mango, calabaza, frijol, jitomate, papaya, fresa, manzana, papa y cebolla no existirían sin estos animales. Y también tendríamos que despedirnos del icónico sonido del carrito de los camotes.

No me quiero ir…

Los polinizadores son bioindicadores. Esto significa que nos ayudan a monitorear los cambios (o el daño) al ambiente, porque si sus poblaciones se reducen, significa que se modificó el balance natural del ecosistema. Así se puede medir el estrés ambiental causado por introducción de especies no nativas que compitan por los recursos, enfermedades y parásitos, así como factores fisicoquímicos como pesticidas, contaminación atmosférica y modificación del hábitat. La diversidad y abundancia de un bioindicador debe mantenerse para reflejar un ambiente saludable.

Lamentablemente, los polinizadores están desapareciendo. Cerca de 200 vertebrados y 10 mil insectos están amenazados a nivel mundial. Esto se debe a envenenamientos por insecticidas y herbicidas, así como pérdida de hábitat por agricultura, ganadería y urbanización.

Para combatir estas amenazas, podemos construir jardines para polinizadores, con las flores que más les atraen. Es muy importante que sean plantas nativas y que no se usen insecticidas. Cualquier espacio abierto puede contribuir a esto: desde un balcón o unas macetas en la ventana, hasta el patio, la azotea o el jardín. El proyecto Naturalista contiene una base de datos de 1529 especies de plantas nativas mexicanas, entre las cuales puedes escoger y en la página de la CONABIO puedes encontrar detalles de cómo construir tu jardín para polinizadores. Con esta pequeña aportación puedes ayudar a proteger a especies con un valor ecológico enorme.

*****

Mariana Castro Azpíroz estudió biología molecular en la UAM Cuajimalpa. Ha realizado investigaciones en colaboración con el Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (CIBAC, UAM-X); además, se ha dedicado al cuidado y conservación de especies acuícolas endémicas. Desde 2019 se dedica a la divulgación científica y actualmente hace educación ambiental a través de redes sociales.

 

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook