Al más puro estilo de EPN, quien hace poco pidió a los medios de comunicación hacerse pa’tras de la raya porque va a hacer como que trabaja, el involuntariamente jocoso gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, acusó que medios se han encargado de “desvirtuar” su inexistente trabajo para apoyar a damnificados por los sismos e inundaciones de septiembre. Están “inventando cosas que no existen”, lamentó.
El reclamo no tiene que ver con la información revelada en torno a los millones que gastó para una campaña publicitaria, ni tampoco con el hecho de que mientras la población sufría inundaciones él andaba en pleno festejo patrio, no. La molestia del mandatario se debe a que Proceso dio a conocer que su administración fue incapaz de hacer llegar la ayuda a los damnificados de su entidad. No por rapiña gandalla como la de Graco Ramírez, sino por falta de sentido común.
Gobierno de Astudillo no sólo acumula despensas del Fonden… también las incinera https://t.co/oxn6ucnlDp
— Proceso (@revistaproceso) 2 de octubre de 2017
De acuerdo con el semanario, el gobierno de Astudillo colocó toneladas de despensas del Fideicomiso del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) en dos bodegas particulares que rentó al sur Chilpancingo, las cuales no cumplían con lineamientos para la preservación de víveres. Lamentablemente, muchos de ellos se echaron a perder y tuvieron que ser incinerados.
“Yo creo que es un asunto muy delicado, porque mientras unos nos dedicamos a tratar de ayudar, otros se dedican a desinformar”, dijo el mandatario, señalando que información como la anterior se difunde por “cuestiones clientelares”. “Pero también hay que cerrarle el paso a la mala desinformación, hay que cerrarle el paso a la mala fe, aquella que intenta desvirtuar situaciones inventando cosas que no existen”.
Sorprenden a empleados de @HectorAstudillo descargando despensas en bodega privada https://t.co/J7iQXCOqCh
— Proceso (@revistaproceso) 29 de septiembre de 2017
De acuerdo con Proceso, las despensas incineradas fueron enviadas por la Secretaría de Gobernación, a través del Fonden, y deberían de haber sido entregadas a familias afectadas por las inundaciones y sismos de septiembre, eventos que dejaron un saldo de seis personas muertas y más de 9 mil casas dañadas en la entidad. Entre los productos que tuvieron que ser incinerados se encontraban productos alimenticios, colchonetas y cobertores, los cuales fueron almacenados a la intemperie en un terreno privado, ubicado sobre el bulevar Chilpancingo-Petaquillas.