Lo que necesitas saber:
La Conagua dio seguimiento a la trayectoria del huracán Otis en Acapulco, pero los mensajes no salían de las redes sociales, a menos, a nivel nacional.
Con el paso de las horas hemos conocido más sobre los daños que dejó el huracán Otis —que impactó en Acapulco como categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson. Hasta el momento, el saldo de esta tragedia dejó al menos 27 personas fallecidas, 4 desaparecidas y miles de damnificados… lo que ha llevado a muchos a preguntarse: ¿Qué pasó con las alertas y respuesta del gobierno de AMLO?
Sobre todo si hoy sabemos que —21 horas antes del impacto del huracán Otis en Acapulco— el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos advirtió que lo que era una tormenta tropical podría convertirse en un huracán antes de llegar la costa sur de México, posiblemente durante la noche del 24 de octubre o el miércoles 25.
Por su parte, a las 4:21 de la mañana del 24 de octubre, acá en México la Conagua (Comisión Nacional del Agua) compartió en redes la primera alerta de que esta tormenta tropical podría convertirse en huracán categoría 1.
21 horas antes se sabía que Otis podía ser Huracán con daños… ¿y qué pasó con las alertas del gobierno?
Mucho se ha hablado de lo atípica que fue la manera en que el huracán Otis cobró fuerza en poquísimo tiempo —tan sólo en 12 horas pasó a ser categoría 5.
Y de cómo los modelos usados por los sistemas meteorológicos no pronosticaron, con días de antelación, que Otis impactaría con su mayor fuerza en Acapulco.
De hecho, durante la madrugada del 24, alrededor de la 1 am, la Conagua todavía manejaba que Guerrero tendría que lidiar con la llegada de Otis como tormenta tropical.
(Abrimos paréntesis porque en esta conversación se han asomado los efectos del cambio climático. Sí, especialistas han comentando que si bien se tiene que estudiar más a fondo el fenómeno, Otis encontró un ambiente más favorable, es decir, el agua cálida… que a esas temperaturas resultan ser combustible para los huracanes).
Entonces, tenemos que hasta la madrugada del 24 de octubre, en México se preveía que Otis llegaría a Guerrero como una tormenta tropical.
Casi a la par, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos publicó la alerta de que Otis podría llegar a las costas de Guerrero como un huracán, para esa misma noche del 24 o el miércoles 25.
No sólo eso, el Centro Nacional de Huracanes avisó que Otis provocaría fuertes lluvias —que a su vez provocarían el desgajamiento de tierra— y una marejada que provocaría olas “grandes y destructivas“.
¿Y con estos avisos del huracán Otis, qué pasó en México?
Como es usual, la Conagua le dio un seguimiento en redes, casi hora por hora. Lo mismo hizo el gobierno de Guerrero, que incluso ese mismo 24 de octubre avisó de la suspensión de clases —para los días 24 y 25— por la tormenta tropical Otis y su evolución a huracán categoría 1.
Con estos datos, las preguntas y las conversaciones en redes se han enfocado en por qué la Coordinación Nacional de Protección Civil no compartió mensajes más amplios, no sólo en redes sociales, para que la población se preparara —incluso una mención a nivel nacional durante la mañanera de AMLO.
Si bien aún no se conocía la magnitud 5 que cobraría en unas pocas horas, los avisos a nivel nacional y no sólo en redes sobre la llegada de un huracán a las costas de Guerrero —que provocaría fuertes lluvias y olas grandes y destructivas— hubieran sido más constantes para refrendar la información y movilizar a la población.
La segunda y tercera llamada de Otis
La segunda y tercera llamada de los cambios de Otis llegarían de la mano del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos y también de la Conagua.
En el primer caso, el Centro Nacional de Huracanes publicó dos boletines: a las 4 de la tarde y 10 de la noche.
En el primero avisaba que, de plano, Otis se convertiría en un huracán de categoría 4, “extremadamente peligroso” y que las autoridades debían ponerse las mega pilas para acelerar los preparativos para proteger vidas y evitar, en la medida de lo posible, daños a propiedades.
Además de que alertaba de la fuerza de las lluvias producidas por Otis, que provocarían inundaciones u otros eventos habituales como el desgajamiento en cerros.
Y a las 10 de la noche, llegó el golpazo: la alerta del Centro Nacional de Huracanes de los daños catastróficos producidos por Otis, que al final impactó a las 12:25 sobre el puerto de Acapulco.
Más temprano, a las 8:35 de la noche, en redes sociales y con info de la Conagua y el SMN, AMLO avisó que sí: era un hecho que el huracán Otis entraría entre Acapulco y Tecpan de Galeana con categoría 5.
Explicó que estaba en marcha el Plan DN-III-E y el Plan Marina, pero se hizo ya cuando casi casi se tenía a la puerta al huracán —y no como en otras ocasiones, cuando hay tiempo para ir preparando los protocolos de Protección Civil.
Entonces, ¿qué sucedió con la respuesta del gobierno ante Otis?
Se tenía la información de la llegada de la tormenta tropical y conforme fue avanzando el 24 de octubre, se tuvo info de cómo agarraba fuerza Otis —justo la SEP de Guerrero suspendió las clases.
Entonces, ¿por qué no hubo una mayor difusión (nacional) en los canales de televisión pública conforme se perfilaban los cambios en la magnitud del huracán?
¿Algo que saliera de las redes de la Conagua —que incluso organizó una conferencia de prensa para prevenir de la fuerza con que el huracán Otis llegaría a Acapulco?
¿Qué pasó con los recorridos en terreno del gobierno de Evelyn Salgado, la Presidencia Municipal de Acapulco y Protección Civil por zonas estratégicas?
Estas preguntas saltan a la luz con la evidencia de que en pocas horas y con esos cambios, el gobierno, desde las 8 pm a medianoche, tenía poco margen para movilizar a tantas personas. Pero de nueva cuenta, ¿qué hay de la información preventiva?
(Entendiendo que los daños provocados por un huracán categoría 5 suelen ser catastróficos, pero más vale ir reflexionado en los protocolos de prevención, reacción y respuesta, sobre todo en casos de un huracán con tantos cambios como el que sucedió).
Hoy sabemos de testimonios que relatan que nunca imaginaron que el huracán Otis impactaría con tal fuerza, ni siquiera lo comparan con Paulina, que en 1997 impactó ahí en Guerrero.
Por lo pronto, acá les dejamos una nota sobre la ubicación de los centros de acopio para ayudar a Acapulco y todo Guerrero tras el golpe de Otis.