Ayer les informamos que Jesús Murillo Karam nuevamente fue ingresado a un hospital, luego de sufrir una “afección”. Pues bien, según los abogados del exprocurador, la salud de éste ya no es la mejor, por la que piden a las autoridades mandarlo a prisión domiciliaria (o mejor liberarlo).
Los abogados de Murillo Karam comentaron a La Jornada que su cliente tiene todo un listado de padecimientos que amerita ya darle chance de irse a casita. Algunos de ellos son: enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hipertensión arterial sistémica e insuficiencia vascular cerebral. Todo ello, explicaron, lo tiene bajo riesgo de un evento cerebrovascular.
La tarde del domingo, Jesús Murillo Karam fue trasladado del reclusorio Norte al Instituto Nacional de Cardiología Dr. Ignacio Chávez. Según los escuetos reportes, su internamiento en el hospital se debió a que presentó “una afección”.
Y bueno, aunque poco se ha dicho del estado de salud del exprocurador, sus abogados revelaron que éste se encuentra “delicado”.
“El deterioro que ha sufrido la salud de Murillo Karam desde y con motivo de su internamiento es notorio”, aseguraron los abogados del exfuncionario. “Por tal motivo hemos solicitado insistentemente que se le permita ejecutar la prisión preventiva en su domicilio particular”.
De 75 años, Jesús Murillo Karam tiene una condición bastante deteriorada, según explicaron sus defensores, al punto que depende de atención médica especializada todo el tiempo. “No podría sustraerse de la acción de la justicia, ya que su vida depende de un seguimiento médico multidisciplinario permanente”, aseguraron los abogados.
Jesús Murillo Karam fue detenido en agosto del 2022, acusado de diversos delitos relacionados con las investigaciones del caso Ayotzinapa, las cuales él encabezó. Enfrenta acusaciones por los delitos de presunta desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia.
Ayer que les dimos a conocer sobre este regreso de Murillo Karam al nosocomio, les indicamos que, hasta el momento, desde que fue detenido a la fecha, llevaba cuatro hospitalizaciones…
Pero no: según los abogados, ya son ocho las veces que el exprocurador va de la cárcel al hospital. Por ello, creen que ya es mejor (y necesario) cambiar la medida cautelar que se le impuso: de prisión preventiva a prisión domiciliaria.