Luego de interesarse por la chaviza que ha estado ofreciendo al mejor postor su “tesorito”, el organizador de subastas y ahora también documentalista, Justin Sisely, realizó una cinta en la que da a conocer todo lo relacionado a la venta de virginidades por internet. Basándose en las historias de dos personajes harto conocidos –la brasileña Catarina Migliorini y el ruso Alex Stepanov- el cineasta mostrará que no todo es tan sencillo como “perder” nomás por dinero.
“Las mujeres que subastan su virginidad lo ven como una forma rápida y fácil de obtener dinero (…) sin embargo, éste no es el caso. Me costó casi tres años encontrar personas dispuestas a pagar grandes cantidades por la virginidad de una chica”, aseguró el director de “Virgins Wanted” que se estrenará el próximo 14 de agosto en Nueva York.
Como organizador de la subasta en la que Catarina intentó vender su virginidad, Sisely tuvo que lidiar varios problemas legales: primero con la visa de la brasileña y –peor aún- con amenazas legales de autoridades de Brasil, quienes advirtieron que presentarían cargos por tráfico sexual… esto sí Mogliorini aflojaba el cuerpecito.
Al final, pese a recibir una atractiva oferta de 780 mil dólares, por parte de un japonés llamado simplemente “Natsu”, Catarina no dio el brazo no entregó “su flor”, ya que al encontrarse con el ganador de la subasta –en un restaurante de Sidney- éste no resultó lo que se había especificado… después un árabe probó suerte, pero tampoco la brasileña accedió. A final de cuentas, el hecho le dio bastante popularidad y hasta a Playboy fue a dar.
Por otra parte, en el caso del ruso Stepanov, deja muy mal parado al mercado de virginidades masculinas por internet: fue ofrecido por 2 mil 600 dólares a una australiana de 43 años de nombre Kasandra Darlinghurst… inicialmente iba a ser entregado en 3 mil dólares, pero el trato se vino abajo cuando Stepanov se enteró que el ganador de la puja era un hombre.
Para acabarla de amolar, en el documental Darlinghurst explicó que era más por compasión que por lujuria la razón por la que desembolsó dinero para llevarse al ruso. “Siento que no debería perder la virginidad por dinero. La debería perder porque realmente quiere, sea en sexo casual o en una relación”… aun así, la caritativa Kassandra se lo echó en un hotel.
Aunque por el momento el documental sólo estará en circuitos de festivales, Sisely está negociando su posible exhibición en TV o salas de varios países… además por ahí se encontrará en internet. Además dijo estar en busca de nuevas interesadas en subastar su virginidad… dicen que segundas partes nunca son buenas, pero igual no pierde nada con intentar.