Los hobo nickels, también llamados centavos de los vagabundos, son monedas modificadas y Paolo Curcio lleva este oficio a otro nivel.
Con el crack del 29 y la posterior depresión de los años treinta, en Estados Unidos, muchos hombres se encontraron con que un nickel era todo lo que les quedaba en el bolsillo.
Modificar una moneda era un recurso barato y eficaz para despertar la simpatía del prójimo y hacer que la mísera cantidad creciera en valor, tal vez canjeándola por un techo bajo el que pasar la noche o un plato de sopa. Todavía quedan muchas monedas de cinco centavos que se pueden modificar, comprándolas en cualquier rastrillo o tienda de numismática a buen precio. Muchos conservan el año en que se acuñó la moneda, que siempre le da un aire de misterio al ejemplar.
Paolo Curcio (aka “mrthe”) es un artista destacado en la alteración de centavos vagabundos y llevó el proceso de tallado de las monedas a un nivel completamente nuevo. Usando una variedad de diferentes monedas, el artista crea homenajes grabados a la cultura pop, ilustraciones de figuras de la literatura, y con mayor frecuencia: retratos macabros de calaveras y la muerte, probablemente el tema más frecuente en el arte hobo níquel.
Un aspecto del proceso de Curcio que es realmente sorprendente es su capacidad de utilizar las monedas hechas de varias capas de metal (denominados monedas revestidos) que luego se revela de manera estratégica para crear adornos de colores y patrones de fondo.