Sabemos que al vivir en México, las posibilidades de que la alerta sísmica nos agarre en momentos incómodos, cuando estamos despertando o en el trabajo, aumentan considerablemente. Y así sucedió esta mañana de jueves, 3 de marzo, cuando el presidente daba su conferencia en Palacio Nacional.
Un sismo de magnitud 5.7 activó la alerta en plena Mañanera.
Normalmente esto no sería noticia —después de todo, ese mismo sonido nos agarró con la preocupación a todos— pero los comentarios comienzan a inundar las redes sociales por la evacuación a los periodistas. O bueno, la no-evacuación.
Desde el momento que se percataron en la Mañanera que estaba sonando la alerta sísmica a que le permitieron a la prensa abandonar el Salón Tesorería de Palacio Nacional pasaron poco más de 2 minutos. En el camino los mantuvieron sentados, reuniendo sus cosas, mientras personal gubernamental les pedía que esperaran.
“La alerta, presidente”, dijo uno de los periodistas al micrófono. “Vamos”, respondió inmediatamente AMLO.
Mientras los periodistas prendían sus teléfonos y se levantaban apresurados para salir de Palacio Nacional —con el presidente detrás de bambalinas—, un hombre tomó el micrófono y les pidió mantenerse sentados.
“Sentaditos, por favor”, pedía. Les propuso sentarse en cinco ocasiones más con la alerta sísimica de fondo.
Pasaron poco más de 2 minutos hasta que les permitieron evacuar. “A continuación vamos a evacuar el inmueble, nos vamos a ir a la parte de atrás y vamos a agarrar hacia la izquierda. Nos vamos a ir a la Fuente de Pegaso”, dijo, mientras le recordaba a los periodistas que se mantuvieran pegados a los costados.
Acá está el video, nomás, aguas, que suena la alerta sísmica.
Al final la escena en la transmisión de la Mañanera se quedó corriendo, en vivo, con el Salón de Tesorería completamente vacío.
Sobre el sismo que sonó en la mañana de este 3 de marzo, afortunadamente, no hay mucho qué decir: la magnitud inicial fue calculada en 5.7. Suficiente para encender las alertas, tranquilo como para no sentirse tan gacho ni provocar daños.