¿Quién era y con qué soñaba Alexander Mora, el único normalista de los 43 desaparecidos que ha sido encontrado hasta ahora?
Alexander Mora Venancio nació en el poblado de El Pericón, en Tecuanapa, Guerrero, hace 19 años. Su sueño desde niño era ser maestro, a pesar de haber sido un joven del campo.
“Nadie le podía quitar esa idea”, esa fue su decisión, afirmó su padre, Ezequiel Mora, quien la noche del sábado subió al templete del mitin realizado por la marcha #6DMX para hablar y pedir en voz de su hijo: “que mi muerte no sea en vano”.
“Le interesaba mucho dar clases, esa fue su decisión. Él es un buen muchacho, nosotros somos campesinos y él nos ayudaba en el campo, pero quiso estudiar”, dijo el papá de Alexander.
Estaba tan convencido de su anhelo magisterial que rechazó una invitación para estudiar Agronomía en la destacada Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro Unidad Laguna, en Coahuila.
Uriel, primo de Alexander, fue quien lo invitó a estudiar para agrónomo: “le dije que yo estaba acá en la Narro, que si se quería venir a estudiar era bien recibido, pero me dijo que no, que sería maestro”.
Su familiar define al joven normalista como un estudiante inteligente y muy tranquilo, pero que reaccionaba ante las arbitrariedades. “Le gusta manifestarse por lo que considera injusto”.
Alexander, como los demás normalistas, era crítico del gobierno. Eso pudo ser determinante en la desaparición, consideró Uriel. “Lo que está pasando es que hay mucha delincuencia y sus consignas contra el gobierno son fuertes, algo debió de haberles molestado”.
“Que mi muerte no sea en vano”
Ezequiel Mora dio lectura en el mitin del #6DMX a un mensaje en nombre de su hijo. Es el siguiente:
Compañeros, a todos los que nos han apoyado, soy Alexander Mora Venancio. A través de esta voz les hablo: soy uno de los 43 caídos del día 26 de septiembre en manos del narcogobierno. Hoy 6 de diciembre le confirmaron los peritos argentinos a mi padre que uno de los fragmentos de mis huesos encontrados me corresponden. Me siento orgulloso de ustedes que han levantado mi voz, el coraje y mi espíritu libertario. No dejen a mi padre sólo con mi pesar, para él significo prácticamente todo, la esperanza, el orgullo, su esfuerzo, su trabajo y su dignidad. Te invito que redobles tu lucha. Que mi muerte no sea en vano. Toma la mejor decisión pero no me olvides. Rectifica si es posible pero no perdones. Este es mi mensaje. Hermanos hasta la victoria.