Javier Guzmán, quien falleciera la noche de ayer a los 69 años por complicaciones con la diabetes que tenía y fuera un emblema de la época de los setenta con la Máquina Celeste de la Cruz Azul, ostentó durante su vida un apodo que en nuestro país era icónico.
Él, Javier, “El Kaliman” fue un hombre que revolucionó una etapa dentro del futbol mexicano. Junto a Alberto Quintano en la central de los cementeros y gracias a su gran habilidad de marcaje y su potente disparo de media distancia, se convirtió en un verdadero héroe.
Ganó cinco títulos de liga en nuestro país (1968-69, México 70, 1971-72, 1972-73 y 1973-74), logró levantar tres veces la Copa de Campeones de la Concacaf (1969, 1971, 1972)
¿Quién era “El Kaliman”?
Kaliman fue una serie creada originalmente para el radio en México, en donde se narraban las aventuras de este superhéroe y su amigo Solín, la cual lanzaron al estrellato Rafael Cutberto Navarro y Modesto Vázquez González en 1963.
Tras el brutal éxito, se lanzó una versión impresa dos años más tarde, la cual se vendió semanalmente durante 26 años sin interrupciones en la que se enfrentó a la Araña Negra, Karma y su hermano gemelo Namilak, que intentaban acabar con él a cómo diera lugar.
Las versiones sobre este peculiar sobrenombre
El Tricolor fungió como local en la Copa del Mundo de 1970, hizo su debut frente a la Unión Soviética, partido en el cual el nacido en el Higo, Veracruz, fue pieza clave para que ambas selecciones quedaran empatadas a cero goles y la oncena dirigida por Raúl Cárdenas pudiera avanzar a la siguiente ronda.
Mientras se disputaba el juego, la U.R.S.S tuvo algunas jugadas de peligro sobre el marco defendido por Nacho Calderón, y hubo una en especial que marcó un antes y un después, cuando Guzmán sacó de la línea un gol cantado con una plasticidad increíble, lo que hizo que Ángel Fernández asegurara en plena narración que este hombre era igual que el superhéroe mexicano.
Pero parece que esta no es la única versión que existe sobre este alias, ya que algunos compañeros que jugaron con él en Pumas, aseguran que un día, a las afueras del estadio, Juan Almeida le preguntó si conocía la revista de “Kaliman” pues, le dijo, él era idéntico al personaje, y además sacaba los goles de forma increíble.
Parece que al final la historia lleva al mismo lugar, Javier es una leyenda del futbol mexicano, de la Máquina, tal como desde hace más de 50 años lo es el hombre el justiciero mexicano.
Descanse en paz, Javier Guzmán.