El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, ha afirmado que existen pruebas de que miembros de Guerreros Unidos mataron a un grupo de personas en el basurero de Cocula, pero reconoció, así mismo, que quizá nunca se pueda precisar el número de víctimas totales.
El procurador dijo:
«Las quemaron; las evidencias claras de que ahí hubo un incendio bastante prolongado y serio, las tenemos muy contundentes, no hay ni duda».
Así que sabemos que se quemó gente, pero no sabremos cuánta.
Murillo continuó:
«Hay una serie de evidencias que se ligan y que hacen muy claro el hecho de ahí había un grupo de estudiantes, no uno, sino un grupo, ahora, el número, sí creo que no lo vamos a precisar nunca».
No sabemos cuántos, pero sí sabemos que son estudiantes ¿por qué sí sabemos que se trata de “estudiantes” en plural? Seguramente tenemos algún dato de un mínimo de personas para poder hablar de una pluralidad ya que solo hemos confirmado a un chico ¿se ha confirmado algún otro? ¿se ha tenido acceso a otro tipo de pruebas fuera de las declaraciones de los detenidos (que no dan un número exacto, por otro lado)? No es por jugarle al investigador, pero con lo que nos han dicho, estas preguntas surgen.
El procurador explicó que el modus operandi que emplearon los victimarios no es nuevo y es utilizado por el cártel de Los Zetas, el procurador detalló que se tienen declaraciones de los que participaron, quienes refirieron cómo fueron removidas las cenizas, triturados los restos y echados al río:
«Para mí eso es un hecho, lo difícil era determinar si ahí habían estudiantes».
Después de que la universidad austriaca hubiera confirmado que uno de los restos corresponde a uno de los jóvenes estudiantes, para el procurador es un hecho de que ahí había estudiantes (hay que recordar que los peritos argentinos niegan haber dado la muestra confirmada):
«Esto confirma que los había (estudiantes). Lo repito, lo difícil va a ser determinar el número»
«el número de los que ahí fueron sacrificados, pues sabemos que el grupo que llevaban era bastante numeroso, no tenemos un número preciso, mientras que unos declaran una cantidad, otros declaran otra»
«Algunas nuevas (evidencias) que tampoco puedo decir hasta que los padres las tengan, que confirman el hecho de que ahí había un grupo de estudiantes, incluso ahí hay evidencias del suelo de un lado y de las bolsas del otro, los mismo restos, por ejemplo, el combustible que se usó , de las llantas, hay muchas más evidencias, las declaraciones mismas de los detenidos que participaron en ello, que son los que nos dan la pista del río, nunca hubiéramos llegado al río de ser de otra manera»
Abarca y su esposa siguen sin hablar
El ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez y su esposa, María de los Ángeles Pineda, se han negado a declarar sobre la desaparición de los 43 normalistas.
Murillo explicó que cuando los detuvieron tenían una carpeta en la que había un documento en el que se indicaba exactamente lo que declararían ante la PGR.
El procurador refirió que Abarca está consignado por el homicidio del activista Arturo Hernández Cardona, cometido en el 2013, y que la PGR está trabajando en la consignación por delincuencia organizada y desaparición forzada.
Además, Murillo precisó que, aunque los presuntos autores intelectuales siguen sin declarar, la PGR tiene elementos para poder demostrar su culpabilidad.
El procurador reveló, además, que durante el transcurso de las pesquisas, se descubrió que el modus operandi de los Guerrero Unidos no es nuevo:
«Es el modus operandi de algunos grupos de Los Zetas, y si nos vamos a los orígenes de este grupo, es cuando hay un conflicto entre zetas y otros cárteles, que Los Zetas se unen con los Beltrán y de ahí viene el modus operandi, es muy de ellos (sic)»
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