¿Se acuerdan del hackeo a Sedena y las filtraciones que surgieron después? A casi 5 meses de Guacamaya Leaks, el jefe del Ejército mexicano por fin se reunió con diputados y diputadas, aunque de manera privada… y sin dar mucho detalle de qué onda con la info de las filtraciones.
Y es que Sedena tenía pendiente esta reunión desde hace un buen rato. Su titular Luis Cresencio Sandoval pasó de negarse a ir a la Cámara de Diputados —como lo tiene que hacer todo funcionario del gobierno cuando las cosas se ponen raras, al menos para dar una explicación— hasta cancelar las reuniones que pactó con los legisladores.
Así que por fin el 15 de febrero se logró esta reunión, aunque como dice Kiko (del Chavo) “Así que chiste”, porque va de nuevo, el encuentro fue privado, en terrenos del ejército y Sedena no dijo nada a grandes rasgos, al menos de acuerdo con el testimonio del diputado Checo Barrera —quien de todas maneras agradeció el tiempo de la Secretaría de Defensa Nacional.
Sedena se reúne en privado con diputados por filtraciones de Guacamaya Leaks
La reunión fue en el Campo Militar y como les contamos, amigos, en un inicio tenía que ser en el Congreso —allá en San Lázaro—, sólo que al jefe del Ejército Luis Cresencio Sandoval no le latió tanto la idea, se negó a ir y negoció una reunión en privado.
Pero bueno, después de cancelar las citas, un grupo de diputados y diputadas se lanzó a Campo Marte para platicar con Sandoval. ¿Qué les dijeron? ¿Qué les contaron?
El diputado de Movimiento Ciudadano Checo Barrera compartió un poco de lo que sucedió en esta reunión y en general, no hubo mucha información.
Según Barrera, Sedena aseguró que con el hackeo de Guacamaya no hubo una filtración de datos que pudiera poner en riesgo la seguridad nacional. ¿No?…
“Nos faltó conocer un poco más”, dijo Barrera porque, entre otras cosas, no hubo tiempo de preguntar tooooodo lo que gira alrededor de las filtraciones de Guacamaya —como los vínculos del gobierno tabasqueño, cuando Adán Augusto era gobernador, con el CJNG, el seguimiento de Sedena a feministas y hasta ¿Mon Laferte? o el monitoreo de Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México. Es decir, la rendición de cuentas quedó mocha.