Imagina esta situación: Eres pitcher de los Cubs en MLB, enfrentas a uno de los equipos más complicados (Dodgers), hasta la octava entrada lanzas un juego perfecto… peeeeeeero se echa a perder de la manera más inverosímil, eso le pasó a Drew Smyly.
La situación que acabamos de describir podría ser sacada de una mente digna de hacer las mejores historias hollywoodenses como Quentin Tarantino o James Cameron.
Pero es más que real y sucedió este 21 de enero, mientras Drew Smyly era el lanzador en la serie que enfrentaba a los Cubs y Dodgers en el Wringley Field.
Drew Smyly es el cuarto pitcher en la rotación de los Cubs y su labor era sacar la cara por el equipo, porque en el primer partido de la serie, los Dodgers les pegaron 6-2 en Chicago.
Entonces, el pitcher de Chicago se centró en realizar un juego perfecto y así se dieron las cosas, porque durante el 75% del encuentro, lanzó un auténtico juego perfecto.
Drew Smyly, ni tan sonriente cuando se le fue un juego perfecto por las manos
¿Qué es un juego perfecto en la MLB? Básicamente es cuando uno o más lanzadores tienen nueve entradas sin que ningún bateador llegue a primera base.
También, ningún jugador rival tiene que llegar a base por golpes al bateador, base por bolas, tercer strike no atrapado, interferencia del receptor o errores de fildero.
Si suceden algunas de estas cosas durante un juego, puede pasar de ser perfecto a juegos sin hit ni carreras, en los que sí se puede tener rivales en primera base por lanzar cuatro bolas o golpes a bateador.
Habiendo dicho esto, regresemos a Drew Smyly, que durante ocho entradas lanzó un juego perfecto ante los Dodgers y solo necesitaba seis outs más para entrar en la historia.
Además, hubiera sido el primer juego perfecto en la historia de los Cubs, pero todo terminó horriblemente y con un choque entre compañeros, que dio más risa que pena por el juego perfecto.
David Peralta tenía turno al bat, conectó de manera muy débil, que iba lento a tercera base. En cualquier otra situación, se hubiera agarrado tan sencillamente, casi de rutina para cualquier jugador de MLB.
Pero, con un juego perfecto en la conversación, el nerviosismo le ganó a Drew Smyly y Yan Gomes (catcher de los Cubs), que no se hablaron y ambos fueron por la pelota… chocaron logrando un blooper de época.
Ninguno de los dos atrapó la pelota para el out, pero tampoco pudieron lanzarla a primera base para ponchar a Peralta, acabando así con un juego perfecto y la sonrisa de Drew Smyly.