La impresión en 3D tiene potencial para revolucionar la industria de la vivienda, para construir hogares rápida y eficientemente.
La impresión en 3D vino a cambiar por completo distintos aspectos del diseño, la manufactura y la producción de casi cualquier industria. Originalmente, fue una herramienta ideal para los prototipos en el proceso de desarrollo de productos; sin embargo, se ha convertido poco a poco en una herramienta súper versátil con una amplia gama de aplicaciones que va desde la creación de prostéticos de buena calidad a bajo costo hasta la manufactura avanzada. Lo que puede incluir tanto la producción en serie como la impresión en 3D in situ.
Durante poco más de una década, se quiso vender a la impresión en 3D como un campo lleno de posibilidades inimaginables. En él, se podría imprimir casi que cualquier cosa que se deseara: alimentos a base de insectos pulverizados; cómo de que no, piel, huesos y hasta órganos—o, al menos, parte de ellos; incluso, hasta un robot a prueba de agua que puede subir y bajar paredes. Y aunque aún estamos lejos de que una impresora en casa nos resuelva todas nuestras necesidades, hay industrias a punto de cambiar por completo en la medida que se generalice el uso de esta tecnología.
Por ejemplo, la impresión en 3D tiene potencial para revolucionar la industria de la vivienda. Ofrece la capacidad de construir hogares más rápido y eficientemente que con los métodos tradicionales; particularmente, creando diseños únicos y personalizados. Además, puede eliminar muchos de los procesos manuales involucrados en la construcción, reduciendo la necesidad de mano de obra especializada. De igual modo, el costo total de construir una casa. Pero, quizá más importante aún, la velocidad con la que se podría articular.
Eficiencia, sustentabilidad y nuevos horizontes
Precisamente, en Texas se acaba de construir una casa de dos pisos con una impresora en 3D gigante. Se trata de una máquina capaz de procesar el cemento; igualmente, se expande y contrae para poder alcanzar las alturas necesarias. Su uso quita de los humanos el trabajo manual más pesado—incluida la carga de material—y puede hacer que una construcción se concrete con 3 o 4 personas, en vez de 10 a 50.
Para lograr la articulación de esta casa, se necesitan cerca de 330 horas de impresión en 3D. Paralelamente, en Phoenix otra empresa ha logrado crear una casa con esta misma tecnología en menos de 60 días.
La sostenibilidad es otra área en la que la impresión en 3D puede tener un papel importante. Y en este tipo de casas que son impresas en capas, se conjuga este factor. La tecnología ofrece la capacidad de reducir los residuos al utilizar sólo la cantidad de material necesario para producir una construcción. Además, se puede crear con materiales reciclados, ayudando a reducir nuestra huella de carbono. Por ejemplo, se han creado casas a base de aserrín y maíz.
¿Un renacimiento en la impresión en 3D?
En la fabricación avanzada, la impresión en 3D ya se está utilizando para crear piezas complejas para industrias como la aeroespacial, los dispositivos médicos y la automatización. Esta tecnología tiene el potencial de optimizar la producción y reducir los residuos, así como permitir una mayor personalización y un prototipado rápido. Puede usarse para crear piezas más ligeras y más eficientes, lo que lleva a importantes ahorros de costos y mejoras en el rendimiento.
Sin embargo, todavía hay muchos desafíos por superar antes de que la impresión en 3D pueda alcanzar su máximo potencial. Uno de los mayores desafíos es el costo actual de la tecnología y los materiales utilizados en la impresión. A medida que la tecnología siga evolucionando, es probable que el costo disminuya, haciéndolo más accesible para una gama más amplia de industrias y consumidores.
En especial, se busca la posibilidad de tener procesos de microfabricación a partir de tecnologías de impresión en 3D. El avance de estas herramientas puede llevar a la sustitución de piezas en una fábrica, en el momento que se necesite, o incluso, ahora sí, a que en un hogar se pueda imprimir algún tipo de alimento a base de insectos o proteína, cuando el futuro nos alcance.