Cuando alguien se hace un tatuaje no faltan las críticas: “ya te marcaste para toda tu vida”. Sin embargo, hay huellas que de verdad son vergonzosas y dolorosas. De ésas se hace cargo una artista del tatuaje en Brasil.
Su nombre es Flavia Carvalho y además de ser una maestra en el tatuaje, ofrece su arte como un servicio a la comunidad. Especialmente a mujeres que han sido víctima de violencia. Con ellas, la tatuadora de 31 años comenzó el proyecto “A pela da flor” (La piel de la flor).
La iniciativa consiste en ocultar de forma gratuita las huellas de violencia que las mujeres tienen en su cuerpo, ¿con qué? Pues con un tatuaje.
Con los trabajos que con “A pele da flor” ha realizado, la artista de Curitiba ha conformado una carpeta en la que se puede ver el “antes y después” de las mujeres. Por ejemplo, aquí podemos ver de qué forma quedaron atrás las cicatrices producidas por varias puñaladas en el abdomen.
Arrojar luz sobre el tema de la violencia doméstica, ése quizá es el principal propósito de Carvalho, quien trabaja de forma directa con la policía local, la cual facilita el contacto con mujeres que requieren de sus servicios.
“Mujeres de todo el país se ponen en contacto conmigo, así como del extranjero. Vienen al estudio, comparten sus historias de dolor y la resistencia, y me muestran sus cicatrices”, comenta Carvalho.
No sólo la violencia deja cicatrices en los cuerpos de las mujeres. Flavia también ofrece su trabajo a chicas que quieren embellecer su cuerpo tras someterse a mastectomías.
“Es un grano de arena; el mundo está lleno de cosas que necesitan ser tratadas. Tenemos un largo camino por recorrer en cuanto a la protección de las mujeres contra la violencia”.
Causada por un disparo de su propio ex novio, así fue cubierta esta cicatriz. “La flor de la cereza es símbolo de femineidad, de la belleza y de la propia vida, pues la cereza florece al inicio de la primavera de forma deslumbrante, por un tiempo muy corto y después las flores se van con el viento. Nos dan la lección de cómo la vida es corta y debe ser contemplada intensamente”.
La página Facebook de la artista brasileña cuenta con más de 29 mil seguidores, quienes comparten el proyecto “A pele da flor”, el cual ya está disponible tanto en portugués como en inglés.