Es una mentira universalmente reconocida que todas las personas en este planeta aman los días azules. De hecho, existe un grupo selecto de personas que aman las mañanas grises y ver el horizonte cubiertito por figuras pasajeras. Para ellas se creó la Sociedad de Apreciación de las Nubes.
Se trata de una plataforma que cuenta con más de 50 mil miembros y que está presente en al menos 120 países diferentes. Su única misión es mejorar la reputación de las nubes entre los observadores del horizonte.
Para este grupo, las nubes son pequeñas máquinas del tiempo que nos llevan a esos días en los que nos acostábamos en el pasto para ver las nubes y no había nada más que azul, la luz del día y nuestra imaginación.
En este club, los miembros aprenden de nubes (sus tipos, sus funciones, su conexión con el paisaje), así mismo, tienen la oportunidad de leer artículos asombrosos que responden interrogantes eternas cómo ¿por qué las nubes forman largas líneas paralelas? y hasta ver cuadros llenos de cirros.
¿Cómo nació la Sociedad de Apreciación de las Nubes?
La Sociedad de Apreciación de las Nubes nació gracias a una inquietud de Gavin Petror-Pinney, un escritor británico que de niño cada vez que se subía un avión contemplaba las nubes e imaginaba que entre sus pliegues se guardaban los grandes secretos de la existencia: el amor, la imaginación y la belleza.
Gavin no entendía por qué las pobres nubes tenían tan mala fama. Parecía que las personas que lo rodeaban solo hablaban de las ellas cuando obstaculizaban sol, y no sólo eso, las usaban como metáfora de la tristeza o de mala suerte.
Entonces, el inglés comenzó a estudiarlas, a cazarlas en el horizonte y a convertirlas en las protagonistas de sus libros. Fue así como nacieron títulos del tipo: Guía del observador de las nubes o Un día nublado. Poco a poco, notó que su amor por los nubarrones era compartido por miles y miles de personas.
Y en enero de 2005 creo la Sociedad de Apreciación de las Nubes, una asociación dedicada a defender a las nubes de su pésima reputación entre algunas personas.
También, para difundir el mensaje entre los adultos, pues la imaginación debe ser parte de la vida y quizá para tener los pies en la Tierra hay que acomodar la cabeza entre las nubes.
Desde hace casi 20 años, la Sociedad de Apreciación de las Nubes se ha dedicado a recordarle a la humanidad en su conjunto que: “las nubes no son algo para quejarse. Al contrario, son de hecho el aspecto más evocador, poético y variado de la naturaleza”.
Manifiesto de los días nublados
Para ser miembro de esta exclusiva Sociedad de Apreciación de las Nubes, hay que pagar una membresía anual que no pasa de los $500 pesos y que te da la posibilidad de recibir literatura, bolsas y sí, hasta una nube diaria capturada en algún lugar de este inconmensurable mundo. Y por cierto, tú también puedes subir fotos de tu autoría de las nubes.
Por su parte, antes de inscribirse hay que estar de acuerdo con su manifiesto. Una pequeña lista de cinco puntos que es tan poética como esta iniciativa.
Aquí se las compartimos la ideas principales de esta asociación de personas que aman estar vivas.
1.- “Creemos que las nubes son injustamente difamadas…”
2.- “Las nubes son la poesía de la naturaleza y la más equitativa porque todos las podemos ver…”
3.- “Nos comprometemos a luchar contra el pensamiento azul, dónde quiera que lo encontremos…”
4.- “Las nubes son la expresión de los estados de ánimo de la naturaleza…”
5.- “Las nubes son para los soñadores y su contemplación beneficia el alma…”
Manifiesto de la Sociedad de Apreciación de las Nubes
Dicho esto, ¿qué esperas para salir de casa y tirar la mirada al horizonte, tal vez encontrarás una nube que te responda eso que siempre te has preguntado?