¿Quieren probar?
Aunque no se mencionó el nombre de ningún candidato en especial, todo mundo sabe que el líder de los Estados Unidos, Barack Obama, se refirió directamente al posible candidato republicano a la presidencia gringa, Donald Trump, al señalar que si bien su país podría terminar con “un presidente que yo considero que no es bueno”, el daño no sería tan enorme… más bien “limitado”.
Lo anterior fue dicho por Obama durante un encuentro sostenido con jóvenes en el Barrio de La Boca, en Buenos Aires, Argentina, cuando uno de los asistentes le preguntó su opinión respecto a las posibilidades de que una persona como el exótico empresario/político/presentador de TV llegue a la presidencia del país más poderoso del mundo.
El actual ejecutivo norteamericano justificó su respuesta señalando que un presidente no gobierna solo, pues el poder está distribuido en diversas áreas. Es decir, el poder presidencial es limitado, lo cual “a veces es frustrante (…) que el poder está distribuido en muchas instituciones, hay una separación de poderes”.
Esto, aunque los políticos lo saben bien, se olvida a la hora de hacer campaña… ya saben, exagerando un poco sobre las consecuencias de que tal o cual candidato obtenga la victoria. Como en el caso de Obama, a quienes los republicanos veían con ganas de “convertir a Estados Unidos en Cuba”.
A pesar de que para el presidente norteamericano Trump será “perro que ladra”, confió en que sus paisanos no se arriesgarán a comprobar el refrán y “van a tomar una buena decisión”. Pero bueno, en caso de que hagan que Trump se alce con la victoria y después vean que no era tan chévere como pensaban, siempre hay oportunidad de corregir el error, esto con el contrapeso que representan los gobiernos estatales.
Esta es “una de las razones por las que creo que la democracia de Estados Unidos ha sido estable, creo que el pueblo puede hacer una buena elección, se puede recuperar de los errores, en democracia tenemos suficientes voces para cambiar”.