¿Cuánto produce Pemex? ¿Cuánto nos reditúa? ¿Cuánto invertimos en la empresa? ¿Cuál es la línea entre inversión y privatización? Aquí hacemos un breve análisis para que te enteres del estado en el que se encuentra la empresa más importante del país.
“El petróleo es de todos”. Incluso en las más básicas clases de historia, se le da un importante espacio al tema de la expropiación petrolera. La histórica figura de Lázaro Cárdenas se relaciona casi exclusivamente a este acontecimiento a pesar de haber protagonizado una gran cantidad de episodios políticos de igual envergadura; siempre se ha intentado reforzar el nacionalismo y sentimiento patriótico a través de lo que simbolizó aquella audaz maniobra política del entonces presidente. Ya en clases de historia más avanzadas, se nos explica las deficiencias fiscales del Estado mexicano a la hora de cobrar impuestos a las empresas extranjeras que gracias a Porfirio Díaz manejaban la industria petrolera en México. Aunado a ello, coyunturas en la disputa patrón-obrero dieron cabida a la compleja y valiente decisión del General (valiente porque con esa decisión retó a poderes de peso mundial), que no se puede negar como exponente de un serio nacionalismo y, en ocasiones, como la figura de poder mexicana más cercana al socialismo. Lamentablemente, y con el pasar de los años, la maniobra de Cárdenas para terminar con el lucro de intereses extranjeros privados que no redituaban a la nación se ha transformando en un asunto lleno de aristas negativas para todos.
Pemex, hoy en día, funciona como una sobre explotada mina de oro que mantiene económicamente al Estado mexicano. En ese sentido, también ha pasado a ser una red de corrupción que sirve a los intereses privados de algunos elementos del gobierno, sindicato y de la empresa; cosa que se evidencia cuando se revisa el historial de Romero Deschamps, fiel prueba del dispendio de los altos ejecutivos de Pemex.
¿Cuánto vende PEMEX al año?
En 2007, poco más de 104 mil millones de dólares al año (unos 1134 millones de pesos). Los altos precios del petróleo, la demanda creciente de petrolíferos y una producción superior a los tres millones, explican el crecimiento sostenido de las ventas de PEMEX, a pesar de la disminución de las exportaciones de los últimos años.
La explotación de Pemex en la cuestión hacendaria tiene mucho que ver con las empresas exentas de responsabilidades fiscales quienes le dejan un enorme vacío en la recaudación de impuestos, en consecuencia, la empresa no pueda actuar como tal, no se le permite invertir, no se le permite manejarse con una visión a futuro y empresarial, productiva, palanca del desarrollo económico nacional, pilar del mismo que sirva para el bienestar de todos los mexicanos.
El Presupuesto de Egresos de la Federación 2008 (último año en que se elaboró el reporte financiero de Pemex) contempla un gasto programable de 281 mil 409 millones 412 mil 086 pesos, más los recursos adicionales de adecuaciones presupuestales que pudiesen generarse durante el año.
¿Cuánto de ese presupuesto se destina a la inversión?
La inversión en PEMEX se ha recuperado gradualmente.
Para el periodo 1983-2000, el promedio de inversión fue de 2.9 mil millones de dólares anuales.
Para el período 2001-2007, el promedio de inversión alcanzó los 9.5 mil millones de dólares anuales.
El monto de inversión para 2007 fue de 169.7 miles de millones de pesos (15.6 miles de millones de dólares).
El monto de inversión para 2008 es de 217.9 miles de millones de pesos (19.4 miles de millones de dólares). La distribución por Organismo Subsidiario es la siguiente:
- 181.3 miles de millones de pesos a Exploración y Producción,
- 24.9 miles de millones de pesos a Refinación,
- 6.6 miles de millones de pesos a Gas y Petroquímica Básica,
- 4.1 miles de millones de pesos a Petroquímica, y
- 1.0 miles de millones de pesos a Petróleos Mexicanos.
A pesar de toda la corrupción y sobre explotación, Pemex ha demostrado ser un baluarte para el interés nacional, con potencial para beneficiar a toda la nación y ser un componente relevante en la economía mundial. Aunque muchos se preguntan “¿Y dónde está mi parte?” Pemex financia 8 de cada 10 carreteras, la totalidad de sus utilidades se destina a obras públicas pero en contra parte, todo indica que solventa los gustos de la hija del líder sindical y posiblemente de toda la élite que maneja la empresa.
¿Cuánto se invierte en PEMEX en proporción al PIB?
Después del desorden macroeconómico de los años 70 y de principios de los ochentas, época en la que el país recurre al endeudamiento externo para financiar su presupuesto y que eventualmente se tradujo en la grave crisis de 1982, la inversión en PEMEX, al igual que la de todo el sector público se reduce por la crisis económica.
El periodo 1988-94 representa el nivel de inversión más bajo de las últimas tres décadas.
El periodo 2001-2007 muestra una gradual recuperación, hasta alcanzar un nivel superior al 2 por ciento del PIB en el 2008.
Es claro que Pemex se tiene que modernizar pero ¿Por qué se nos ha hecho creer que ello significa forzosamente privatizar o permitir inversión privada? ¿Por qué no se puede lograr esto sin capital privado? ¿Por qué no empezar a administrar mejor la empresa y “limpiar la casa”? Además, la actividad de privados existe desde el cardenismo, pero la constitución delimita las actividades que son exclusivas del Estado, de igual forma se ha trabajado con empresas privadas en renglones muy específicos ¿realmente es tan malo?
La constitución establece:
“[..] la exploración, la explotación, la refinación, la elaboración, el transporte, el almacenamiento, la distribución y ventas de primera mano del petróleo y los productos de su refinación, el gas y los denominados petroquímicos básicos- debe ser gestionada de manera exclusiva por el Estado”
Ahora, aparentemente el contenido de la reforma energética propone permitir el ingreso de inversión privada en ámbitos limitados y concretos. En estricto sentido, esto no tendría por qué sonar mal. El Estado mantendría los beneficios de las actividades antes citadas y los privados proveerían tecnología para ahondar en algunos campos e ingresas en otros. Esto ya se hace específicamente en las actividades de la petroquímica, cuyos resultados son muy controversiales, pues se señala como el punto clave al que se puede atribuir el actual deceso de la empresa, por supuesto, junto con la carga fiscal.
En Noruega se cuenta con este modelo “mixto” (alianza Estado-privados) y les va muy bien; sin embargo, en México, con el historial de nuestro gobierno, con toda la maquinaria para ocultar, que asegure la supervivencia de nuestra élite política, ¿cómo garantizar que los medios (empresas privadas) para llegar a un fin (la modernización y producción redituable) no se convierten en el fin mismo? Es por esto que la oposición moderada se encuentra muy ocupada por asegurar de forma pulcra, que no quede un solo recoveco legal que permita una privatización total y consumada.
Del total de ingresos presupuestales que se gastan a través del Presupuesto de Egresos de la Federación, ¿cuánto proviene de los ingresos petroleros?
Los ingresos petroleros mantienen una importante participación dentro de los ingresos totales que conforman el presupuesto del país. De cada 3 pesos que gastan el gobierno federal y los gobiernos estatales y municipales, alrededor de uno proviene de los ingresos derivados del petróleo.
¿Quién habla de privatizar?
Para la gran mayoría, la absoluta privatización de Pemex no solo sería un suicidio político y mediático, es una postura económica bastante radical. Bajo los más duros postulados del sistema económico capitalista y su modelo liberal, no se puede permitir ningún tipo de monopolio, mantener a una empresa bajo el control estatal -dicen- es clave en el estancamiento económico, se debe dejar que el mercado se encargue, que la oferta y la demanda regulen todo, y que la administración quede totalmente en manos de privados pues el Estado debe limitar su labor. Es decir, solo los economistas liberales a ultranza están convencidos de los beneficios de privatizar a Pemex; en lo político, son unos cuantos elementos del PAN quienes navegan con esta bandera. La crítica, por supuesto es, que los beneficios económicos de la privatización serían prácticamente exclusivos de los dueños. Para que tu negocio sea redituable, nada como manejarlo tú mismo y acaparar todas sus utilidades que no conseguirás con la recaudación de impuestos a las transnacionales, aunque supuestamente, estos generarán otras derramas económicas para el país
Entonces tenemos dos posturas radicales: “el petróleo solo es de los mexicanos” y “los mexicanos obtendrán mayores beneficios cuando se rompa este monopolio”
A pesar de todo lo anterior, existe un factor clave: ¿Y si libramos a Pemex de su enorme carga fiscal? Para ello habría que poner orden entre toda esa élite de privilegiados de las grandes empresas que no pagan un centavo de impuestos y le dejan la carga a la paraestatal, que provee al Estado de la tercera parte de sus recursos. Después de ello, probablemente obtendría recursos para prescindir del capital externo. Además e igual de importante es “limpiar la casa”, terminar con esa red de corrupción al interior de la empresa y que encuentra su rostro más visible en el sindicato cooptado y servil.
¿A cuánto ascienden los ingresos petroleros?
Los altos precios del petróleo y una producción por encima de los tres millones de barriles han impulsado los ingresos petroleros de la Federación De un presupuesto anual para el 2007 de 2.4 billones de pesos, los ingresos petroleros contribuyeron con 880 mil millones de pesos.
En el 2007, como proporción del total de ingresos de la Federación, los ingresos petroleros representaron el 35.4 por ciento contra el 30.4 por ciento de hace seis años.
Probablemente el debate sobre la propiedad de Pemex es un debate maniqueo; polariza la discusión y radicaliza posiciones. Se asegura que no se privatizará, y es que esto sería lo menos conveniente tanto en cuestión política como económica, sería un auténtico descaro. El debate no se debe concentrar en la propiedad sino en los cómos de su modernización. ¿Cómo modernizarlo? Ahí está el verdadero debate entre los serios especialistas.
En ese sentido, hasta aquí hemos reunido una serie de elementos e información clave, pero quedan cuestionamientos muy puntuales que entran más en el ámbito del debate, no existen consensos entre los especialistas pero así parece que el gobierno federal se decantará por el bando de la inversión privada.
En el debate tenemos como ejes fundamentales dos cuestiones: ¿Se ha desmantelado deliberadamente a la paraestatal para convertir a la inversión privada en un factor imprescindible? Y de ser así ¿una buena administración y reparo en los errores bastaría para recuperar la bonanza de la empresa? Por otra parte tenemos la argumentación técnica de los especialistas ¿Qué opinan los expertos en geofísica, petroquímica y energéticos? Importante opinión sí tomamos en cuenta que estos, dentro de su análisis no cargan con el sesgo político/ideológico, sino puntualizan en estricto sentido del uso del petróleo.
¿Y la cuestión ambiental? Asociaciones como Greenpeace aseguran qué es absurdo e irresponsable perforar en aguas profundas pues desataría un caos en el ecosistema acuático ¿Se les debe tomar en cuenta?
Pronto la segunda entrega donde se atienden estas interrogantes.
Por Aldo Bravo