En entrevista exclusiva para Sopitas.com, el director Everardo Gonzáles nos platicó algunas cosas acerca de su proyecto más reciente, “Cuates de Australia”.
Lo primero que deben de saber sobre “Cuates de Australia”, es que se trata de un documental que cuenta la historia de los habitantes de un ejido que se llama Cuates de Australia -por una razón que nadie conoce- y que está ubicado al norte del país, cuyos habitantes lo abandonan cada año durante las sequías para ir en busca de agua y regresar después, cuando inicia la temporada de lluvias. Por su parte, Everardo González es un reconocido cineasta mexicano que se especializa en la realización de documentales, su filmografía incluye “Los ladrones viejos” y otros títulos.
Para algunos, tal vez, la trama suene irrelevante, pero para Everardo González no lo fue cuando se enteró de esta historia real. “Yo estaba en Cuatro Ciénegas de Carranza cuando alguien me habló del rancho Cuates de Australia y me preguntó si lo acompañaba para visitarlo, yo no sabía que me iba a encontrar ahí y cuando llegué me encontré ese rancho medio llano y vi una imagen que me llamó mucho la atención, que fue la de este viejo acarreando agua del estanque. Supe que ese estanque era la fuente de agua de toda la gente y los animales de por ahí. Me contaron que cuando había sequías se tenían que mover de ahí y regresaban cuando volvía a llover y se llenaba el estanque”, comentó el director acerca del primer contacto que tuvo con Cuates de Australia y su gente.
Lo anterior ocurrió en el 2004, el realizador estaba haciendo otra película y cuando la terminó, empezó a viajar al rancho con la intención de hacer la cinta. “Decidí estar ahí por tres años, en diferentes periodos, a veces cortos y otras largos, siguiendo las temporadas de lluvia y sequía o cuando sabía que habían eventos relevantes. Para hacer una película debo tener una intuición de que ahí hay algo que me permita construir a partir de la realidad. Era una historia con una estructura muy sólida, de un éxodo y del retorno de la gente, valía la pena hacer una película sobre eso. Lo que valía la pena era contar la historia de un pueblo que espera la lluvia, se podía contar algo sobre los ciclos de la vida. Nadie entendía por qué viajaba yo 1500 km durante 3 años para hacer una película de un rancho que nadie sabía que existía”, dijo Everardo sobre las razones que tuvo para realizar este interesante proyecto.
Otra razón importante para hacer este filme, fue la gente que vive en Cuates de Australia, de quienes el realizador nos comentó: “La burbuja de aislamiento que tienen y les protege de lo que pasa fuera de su rancho. Tiene algo de pureza que me llamó la atención, es un entorno muy familiar. Tiene muchos prejuicios pero no juzga. Los más jóvenes reciben herencia, la parte de sobrevivencia que te obliga la vida en el campo. Son gente buena, pero muy espinosa, como el desierto. La gente siempre vuelve porque sabe que volverá a llover. Regresan porque ahí están sus memorias, esa tierra es suya. Sólo se daban cuenta de que eran pobres cuando salían del rancho, ahí son ricos porque todo es gratuito”.
Antes de iniciar con el rodaje, el director mexicano tuvo que lidiar con algunos de los habitantes de Cuates de Australia, quienes veían con malos ojos el hecho de que él estuviera ahí, pero, para su fortuna, contó con el apoyo del secretario ejidal y de gente del Gobierno de Ciénegas, por lo que pudo seguir adelante y hacer las cosas exactamente cómo él quería desde un principio.
Ya con el permiso para estar en Cuates de Australia, lo que faltaba era el financiamiento, mismo que fue otorgado por diferentes iniciativas, organismos y festivales como el Sistema Nacional de Creadores, el festival IDFA de Amsterdam, el festival de Tribeca y el Foprocine.
Después de filmar durante tres años, Everardo y su equipo contaban con apenas 50 horas de material, que era muy poco tiempo para todo el tiempo que se estuvo en el ejido. Sin embargo, dicho material fue más que suficiente para poder hacer el documental, en cuya edición se tardaron ocho meses. Ya que “Cuates de Australia” quedó terminada, no tuvo que pasar mucho tiempo para que comenzará a exhibirse exitosamente en diferentes festivales de cine de todo el mundo, haciéndose de una muy buena reputación y ganándose la recomendación de la mayoría de aquellos que ya la han visto.
Un documental puede ser entretenido, conmovedor e interesante, dejó de ser una herramienta escolar y se convirtió en algo relevante en México. Justo por todo esto, éste es un buen momento para que “Cuates de Australia” llegue a las salas de cine de nuestro país, aprovechen esta oportunidad y no duden en verlo, ya que vale la pena hacerlo.
“Cuates de Australia” se estrenó hoy (viernes 8 de febrero).
