Donald Trump debutó ayer por la noche —sin muchos sobresaltos— en su primer mensaje del estado de la Unión. El evento es muy similar al Informe de acá, pero en Estados Unidos, este discurso viene acompañado de un mensaje del partido de oposición. En ese mensaje, conocimos una nueva cara de la política norteamericana, con un apellido —muy, muy— familiar.
En esta ocasión, el Partido Demócrata eligió a Joseph Patrick Kennedy III —Joe, pa’ los cuates— para responderle a Trump. En su discurso, este nuevo Kennedy acusó al presidente de romper el sueño americano al convertirlo en un juego donde “para que uno gane, el otro debe perder”.
“The American promise is being broken. By an Administration that callously appraises our worthiness and decides who makes the cut and who can be bargained away. They are turning American life into a zero-sum game. Where for one to win, another must lose.”
— Joe Kennedy (@joekennedy) 31 de enero de 2018
Entre otras cosas, Kennedy criticó a Trump por permitir que el “odio y la supremacía marchen por las calles”, y —palabras más, palabras menos— dio un mensaje de unidad a la unión americana. Sin embargo, el momento que se ha ganado los reflectores fue cuando cambió su discurso a español para hablarle a los Dreamers.
Joe Kennedy es representante de la Cámara Baja desde 2013 y como su apellido —y su cara— lo hacen tan evidente, viene de una familia histórica en la política estadounidense. Joe es nieto de Robert “Bobby” Kennedy (el que mataron en 1968). También, es sobrino-nieto del presidente John F. Kennedy (que también mataron, pero en 1963) y del senador, Ted Kennedy.
El joven Joe, de 37 años, es mencionado como una de las estrellas en ascenso del Partido Demócrata y la decisión de ponerlo a él a dar este discurso puede representar el futuro de la oposición en el país de las barras y las estrellas. Pueden pasar muchas cosas con su carrera política, mientras eso sucede; su apellido, su discurso y su cara han dado la vuelta al mundo como el regreso de la “familia real” estadounidense.
Faltan como tres años para la siguiente elección en Estados Unidos, pero podemos irnos preparando para ver más historias de él en los próximos años.
