Pues con la novedad que Emilio Lozoya tardó más en llegar al Reclusorio Norte que en salir de éste… no porque haya recuperado su libertad, sino porque con él también se aplicó esa curiosa máxima de “político que llega a la cárcel, político que se enferma”…
La Fiscalía General de la República (FGR) informó que, al momento de llegar a nuestro país, Emilio Lozoya pasó a revisión medica y física, detectándosele un cuadro de anemia, así como problemas sensibles en el esófago y “una debilidad general en todo su estado de salud”.
Por lo anterior, explica la FGR, se propuso que Lozoya fuera internado en un hospital… y pues no se lo dijeron dos veces y ¡cámara!… que ya está en camino al nosocomio.
De acuerdo con el mensaje que la Fiscalía dio a conocer por medio de sus redes sociales, la anemia fue detectada por el perito médico, sin embargo, la familia de Lozoya llevó su galeno particular y éste también encontró los mismos síntomas.
¿Y ahora cuándo será su audiencia?
Emilio Lozoya llegó a nuestro país en calidad de extraditado a las 00:40 horas de hoy, viernes 117 de julio. De acuerdo con diversos medios, luego de la revisión y de algunos trámites realizados por la Fiscal General de la República, se realizó su traslado al Reclusorio Norte. Ahí llegó alrededor de las 4:40 am.
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Se esperaba que Emilio Lozoya compareciera ante un juez federal en las próximas horas, para que le fueran formulados los cargos en su contra. Hasta donde se sabe, serán dos: uno por lavado de dinero y otro por asociación delictuosa. El primero relacionado con la compra de Agro Nitrogenados, el segundo con el caso Odebrecht.
Sin embargo, parece que el ingreso de Lozoya al hospital cambia los planes. Según informa la FGR, la representación social federal comunico la situación a los jueces y estos están a la espera de que se les informe cuándo se llevarán a cabo las audiencias correspondientes.