Ah, chale… justo cuando las clases presenciales están por reiniciar en México, las autoridades sanitarias de EE.UU. comparten un informe que no nos hace sentir nada tranquilos. Resulta que una maestra de primaria se lanzó a dar clases sintiéndose un poco mal ¡y provocó un brote de COVID-19 entre sus alumnos!
No seas como esta maestra: dio clases sin usar cubrebocas pese a tener síntomas de COVID-19
Ocurrió en California, específicamente en el condado de Marin. Pasó en mayo, sin embargo, las autoridades sanitarias de Estados Unidos tardaron un poco en dar con el origen del brote porque ya sabes que el COVID-19 se propaga con mucha facilidad y no es sencillo determinar el momento exacto en que inicio un contagio masivo.
Pero finalmente los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de aquel país (CDC) publicaron un informe al respecto el pasado viernes, y fue ahí cuando se soltó la bomba. La responsable fue una maestra que se presentó a dar clases a pesar de presentar síntomas como tos, “fiebre aparente” y dolor de cabeza (…pues a quién se le ocurre).
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Y aguanta, porque falta lo peor, La susodicha profesora no sólo se presentó a dar clases pese a tener síntomas que cualquiera sabe podían ser de COVID-19, también decidió dhacerlo sin usar cubrebocas (Wtf?!). Durante dos días, según reporta el informe de los CDC, la maestra leyó varias veces en voz alta por todo el salón sin cubrirse como debió haberlo hecho.
La crónica de un brote anunciado
Esta lamentable historia comenzó el 19 de mayo, cuando la maestra comenzó a tener síntomas. Pero como te digo, de todos modos continuó dando clases en la primaria donde trabaja. Dos días después, el 21, la profesora recibió el resultado de la prueba de COVID que se realizó: positivo.
Ella misma notiticó a los padres de familia, pero ya era demasiado tarde. El 23 de mayo comenzaron a darse casos y casos de coronavirus entre diferentes alumnos de la primaria y sus familiares. El número total de contagios por culpa de la maestra llegó a 26 (12 alumnos y el resto familiares suyos).
La mayoría de los estudiantes que resultaron infectados estuvieron sentados en las dos primeras filas del salón (el 80%, según el informe). El Centro de Control informó que ningún alumno estaba vacunado porque todavía no son elegibles dada su edad, pero ojo, señalan que la maestra tampoco tenía la vacuna contra COVID cuando ella ya debió habérsela puesto.
De los 26 casos que se dieron en este brote, 22 presentaron síntomas y 18 se dieron con la variante Delta. “El uso de un cubrebocas adecuado, las pruebas rutinarias, la ventilación y la permanencia en casa mientras se está sintomático, son importantes para garantizar la seguridad de la enseñanza en las escuelas”, indica el informe, lo cual aplica allá y en todos lados.
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