A cinco días de la explosión en el Maratón de Boston y a dos de ser capturados los culpables de las muertes, heridas y caos en dicha ciudad, recibieron un homenaje en otro de los maratones más importantes del mundo: el de Londres.
No hay palabras para describir lo hecho por Dzhokar y Tamerlan Tsarnaev, pero sí vale la pena mencionar que el mundo está volcado sobre los acontecimientos en Estados Unidos, que la gente del deporte muestra una vez más que la solidaridad va más allá de razas o culturas.
Seguramente al estar en espera de la salida en Londres hubo de todo: comentarios al respecto de Boston, incertidumbre por la seguridad ahí, posibles recuerdos e imágenes en la cabeza de los participantes, pero todo eso se disipó al momento del minuto de silencio y de las muestras de apoyo.
El maratón es un deporte global. Une a corredores y seguidores en todos los continentes en busca de un desafío común, y en el espíritu de la amistad y el compañerismo, dijo Geoff Wightman, comentarista del evento.
Por cada corredor que logró cruzar la línea de meta, los organizadores del evento donarán tres dólares al Fondo Único de Boston, creado para recaudar donativos para las víctimas de las explosiones, esas personas que no pudieron levantar las manos para disfrutar el triunfo, esas personas que expectantes esperaban a su familiar y no pudieron verlo.
Es indescriptible el amor que muestra siempre la comunidad deportiva, el mundo en general, cuando ocurre una desgracia, cuando en realidad un momento específico nos sacude de tal manera que el apoyo tiene que ser de esa manera.
¡Bien por Londres!