Por Sandra Barba y Raúl Bravo Aduna
“Es hora de exigirle a la sociedad el respeto irrestricto a nuestros derechos y de demostrar que sin nosotras no hay producción, ni desarrollo, ni vida sostenible”, publica la organización Académicas en Acción Crítica en su convocatoria, con la que llamó a sumarse al Paro de Mujeres en la Victoria Alada (Ángel de la Independencia) desde las 12:00 hasta las 16:00 horas de hoy, 8 de marzo, para marchar, posteriormente, al Hemiciclo a Juárez a las 17:00 horas.
Miles de mujeres y más de 30 organizaciones feministas mexicanas convocaron al Paro Internacional de las Mujeres para evidenciar el trabajo doméstico, sus situaciones laborales y demandar soluciones a los problemas que identifican.
Brecha salarial, acoso sexual y jornadas dobles por el trabajo doméstico
De acuerdo con los comunicados de Académicas en Acción Crítica y Unidas por nuestros derechos. Nosotras Paramos, la mayoría de las mujeres mexicanas trabajan en el sector informal, sin ingresos fijos y estables y sin acceso a la seguridad social; además, las mujeres que tienen empleos en la economía formal reciben un salario inferior al de los hombres por el mismo trabajo. Aunado a lo anterior, las mujeres se enfrentan al acoso sexual en las oficinas por parte de jefes y compañeros de trabajo.
Fuente: El Economista
Estas organizaciones advierten que el trabajo doméstico, que involucra la crianza de los niños y el quehacer de la casa, duplica o triplica las jornadas de las mujeres, no está remunerado y recae de manera arbitraria en ellas.
Por su parte, Unidas por nuestros derechos. Nosotras Paramos denuncia la reducción de los salarios de las mujeres, lo que provoca un aumento en el número de mujeres pobres en México.
La guerra contra el narco y la violencia de género
Varias académicas –Lucía Melgar, Adriana González Mateos, Emanuela Borzacchiello e Isabel Vericat, entre otras– identifican la causa de la precarización económica de la vida de las mujeres en las políticas neoliberales, la reducción del Estado social y, en especial, en la estrategia de seguridad nacional implementada por el ex presidente Felipe Calderón y mantenida por Enrique Peña Nieto.
Al respecto, Amnistía Internacional publicó un informe en el 2016 sobre el secuestro, la violación, la tortura sexual y la violencia que ejercen elementos de la policía, el Ejército y la Marina en contra de mujeres para conseguir confesiones forzadas.
El informe detalla que muchas son ‘levantadas’ en la calle o secuestradas de sus casas, para ser conducidas (sin orden de aprehensión) a bodegas de la policía y otras instalaciones no gubernamentales, donde son violadas con objetos para que no haya evidencia del delito; también, las someten a descargas eléctricas en los genitales o las violan con los guantes puestos. Después de 24 a 30 horas, los elementos de seguridad que han participado en este modus operandi las trasladan a los ministerios, donde son forzadas a firmar confesiones de delitos que no cometieron.
A pesar de la veracidad de este informe, la Secretaría de Gobernación, encargada del tema, aún no presenta los avances necesarios, de acuerdo con AI. Por ello, la organización reunió 40 mil firmas para exigir que la dependencia se comprometa con las medidas, ya aprobadas, que solucionen el asunto.
Y la violencia sexual, también
Las protestas no se limitan al tema laboral y al trabajo doméstico. Recuperan, como en la marcha del 24 de abril de 2016, el rechazo a la violencia sexual (incluidas las violaciones, el abuso sexual, el acoso en las calles) y la defensa de los derechos reproductivos.
¿Qué estamos haciendo con nuestras migrantes?
Igualmente, Académicas en Acción Crítica advierte el avance del “fascismo y la extrema derecha” en el continente, de ahí que también se manifiesten por “el derecho a migrar”. El grupo critica la “indolencia e irresponsabilidad de las autoridades mexicanas respecto a los migrantes centro y latinoamericanos”, por lo que se oponen a la “política persecutoria y agresiva” contra los migrantes en México.
A decir de varios funcionarios federales y académicos, las migrantes que son y serán deportadas por las políticas del gobierno de Donald Trump preferirán quedarse en ciudades de la frontera. Muchas no regresarán a sus localidades de origen. En este sentido, las académicas y activistas han apuntado la urgencia de diseñar e implementar programas en el norte del país.
Si muchas mujeres se van a quedar en esas ciudades y va a aumentar la población, quizá aumenten los problemas de inseguridad también. Frente a este escenario, vale la pena preguntarse, ¿qué vamos a hacer? Si el gobierno (federal, estatal, local) no se pone las pilas, lo que probablemente pase es que todavía tengamos más denuncias por maltrato y tortura, o que haya más violencia y las mujeres sean las primeras en verse afectadas. ¿Dónde está la estrategia de deportación en estas ciudades para las mujeres? Con las acciones del gobierno hasta el momento, no queda claro siquiera que esté siendo considerado.
¿Y al sur del país?
No todas las protestas y paros en México giran alrededor de la capital. Por su parte, Karen Dianne, feminista y activista radicada en Chiapas, nos informó que, además de las marchas (en distintas localidades del estado) y el paro, se intervinieron varios puentes de Tuxtla Gutiérrez con “femimantas” y colocaron una bandera morada en la Diana Cazadora de esa ciudad.
Que sirvan estas distintas manifestaciones y acciones políticas en el Día Internacional de la Mujer para tratar de dimensionar acaso algunos de los muchos problemas y obstáculos a los que tienen que enfrentarse la mayoría de las mujeres en nuestro país.
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Sandra Barba estudió la licenciatura en ciencia política en el ITAM. Fue editora de 20/10 El Mundo Atlántico y la Modernidad Iberoamericana. Escribe la bitácora semanal ‘Iconografía política’ en la revista Letras Libres.
Twitter: @sandra_barba
Raúl Bravo Aduna estudió letras inglesas en la UNAM y es maestro en Periodismo y Asuntos Públicos por el CIDE. Actualmente es el Coordinador de Noticias de Sopitas.com.
Twitter: @rbaduna