No estuvo tan “papa” como se creía. El confinamiento total que las autoridades de Nueva Zelanda impusieron hace una semana no fue suficiente para borrar al COVID-19 del territorio y, por el contrario, éste se propagó. Así que se extenderán los días de encierro.
Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda (e ídola de la chaviza), anunció que, tras detectarse más de 100 casos de COVID-19 transmitidos de manera local, lo más seguro es hacer que toda la población se encierre por unos días más, ya que se prevé que esa centena de casos (107, para ser exactos) sólo son el inicio…
“[La variante] delta nos lleva ventaja y hemos tenido que ponernos al día tan rápido como hemos podido“, señaló Jacinda Ardern. “No pienso que hayamos alcanzado el pico de este brote”, agregó… ya que, por ahora, se tiene en la mira a 13 mil personas que probablemente son positivas a la enfermedad, luego de estar en contacto con los casos confirmados.
En el último reporte del desarrollo de la enfermedad (sí, debido a la alarma ahora diario el ministro de Salud da el reporte) en las últimas horas se detectaron 35 casos nuevos de COVID-19, de los cuales 33 están en Auckland y 2 en Wellington.“Esto eleva el número total de casos en el brote comunitario a 107”.
“Todos los casos se han transferido o se están transfiriendo de manera segura a una instalación de aislamiento administrado, bajo estrictos procedimientos de prevención y control de infecciones”, señaló el funcionario.
Aunque el número de casos se ha elevado de al 100% en sólo una semana, el ministro de Salud de Nueva Zelanda aseguró que este panorama ya estaba contemplado… “En su punto máximo el año pasado, Nueva Zelanda tuvo un total diario de 89 casos nuevos”, recordó.
De acuerdo con las autoridades de salud de Nueva Zelanda, de los 107 casos totales, 72 ya están vinculados epidemiológicamente a otros casos comunitarios identificados, por lo que la tarea ahora es determinar de dónde fregados salieron los otros 35 casos restantes… sin embargo, la mayoría tiene un vínculo plausible en la evaluación inicial.
¿Por qué debería importarnos el caso de Nueva Zelanda? Aunque muchos digan “ahhh, pero es que allá son bien poquitos”… precisamente por eso: a diferencia de países con harta población, donde el virus se propaga quién sabe cómo, en Nueva Zelanda se puede tener una muestra en la que se logra determinar cómo se desarrolla la pandemia… y cómo es posible dominarla (ya después el resto de los gobiernos podrán hacer sus cálculos).
La tirada, según explicó Jacinda Ardern, es la “eliminación absoluta” del COVID-19… aunque voces, como la del primer ministro de Australia, Scott Morrison, ya han advertido que la región no puede estar viviendo “en bloqueos para siempre”.