El príncipe Mohammed Bin Salman, niega rotundamente ser el responsable del hackeo, espionaje y divulgación de información confidencial proveniente del teléfono de Jeff Bezos, CEO de Amazon, pero ya saben que cuando rio suena, es porque agua lleva, así es que la Organización de Naciones Unidas, ha exigido una investigación para que se esclarezca si el heredero al régimen de Arabia Saudí tuvo alguna injerencia en la filtración de imágenes íntimas, extramaritales y empresariales.
Hagamos un breve recuento. A inicios del 2019 la vida de Jeff Bezos, Ceo de Amazon, tenía todo menos estabilidad. De la noche a la mañana, se publicaron fotografías de él desnudo, mensajes con su amante que desembocaron en divorcio, la trágica muerte de Jamal Khashoggi, uno de los corresponsales del diario The Washington Post, el cual él también lidera y cuyo asesinato fue vinculado al Riad. ¿Qué fue lo que salió mal?
A finales del 218, el empresario recibió un vídeo en formato MP4, proveniente de su viejo amigo, el príncipe Bin Salman. De acuerdo con una investigación forense mandada a hacer por el propio Bezos, el archivo, contenía un spyware, un malware parecido a Pegasus, el cual, supuestamente estuvo reportando al raid, todos os contactos, mensajes, chats y multimedia que había en el teléfono de Jeff Bezos desde noviembre del 2018 hasta febrero del 2019.
Poco después, se fueron filtrando cada uno de los archivos que más podían perjudicar al hombre más rico del mundo en 2017. Las sospechas de que el teléfono de Jeff Bezos había sido hackeado, se hicieron evidentes cuando descubrió que el diario “National Enquirer”, tenía información privada del empresario, a quien chantajeó para no publicarlas.
El iPhone de Bezos, fue entregado a Agnes Callamard, relatora especial de la ONU sobre ejecuciones sumarias y extrajudiciales, así como a David Kaye, Relator especial de la ONU sobre la libertad de expresión. Después de un exhaustivo análisis forense, después de que Bezos recibiera el archivo comenzó una extracción de datos del propietario de Amazon a servidores antes relacionados con Arabia Saudì. “La información que hemos recibido sugiere la posible implicación del príncipe heredero en la vigilancia de Bezos, en un esfuerzo por influenciar, si no silenciar, la cobertura de Arabia Saudí por parte del ‘Washington Post’”, señalaron los dictaminadores a El País.
Lo que sumaría mayor evidencia de que el régimen de Arabia Saudita estuvo relacionado, o bien al tanto de los planes para asesinar a Khashoggi dentro de la embajada de Turquía en Riad. Además, que es bien sabido que al Príncipe Salman, es conservador en cuanto las críticas se refieren. “Estas acusaciones son también relevantes para la actual evaluación de las denuncias sobre la participación del príncipe heredero en el asesinato del periodista saudí de “The Washington Post”, Jamal Khashoggi, en 2018”, apunta el informe.
De tal manera que después de analizar la evidencia, los relatores especiales de la ONU, instan a Estados Unidos, así como a “las autoridades competentes” a abrir una investigación a fondo sobre la vigilancia y posible injerencia por parte del régimen de Arabia Saudita en contra de Jeff Bezos.