Ummmta, como jalándole la cola al león… luego de que, medio se llegó a algunos acuerdos con los taxistas, la jefa del gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, remató la noche con un video en el que acusa que los choferes que se fueron a paro en realidad están enojados porque su administración ha decidido acabar con la corrupción que permea al transporte público.
“La razón fundamental por la cual algunos taxistas de la Ciudad de México hicieron estos bloqueos es porque están enojados, pues el Gobierno de la Ciudad ha realizado una serie de acciones para acabar con la corrupción y garantizar la seguridad y la calidad del servicio”, señala Sheinbaum en un video compartido en sus redes sociales.
Sobre las movilizaciones de algunos taxistas el día de hoy comparto el siguiente video pic.twitter.com/U7Fid7lby6
— Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) October 8, 2019
¿Tons, no fue por la “competencia desleal” que dicen que les representan servicios como Uber?
Aunque el domingo dijo no saber por qué los taxistas iban a armar su paro, si siempre ha existido una actitud chévere de su gobierno para entablar diálogos y resolver sus problemáticas… ayer por la noche se le acabó la amnesia y se acordó que, entre las acciones que molestaron a los taxistas, está la aniquilación del “coyotaje”.
¿Qué, coyotaje…? Bueno, el trámite chueco de permisos y demás documentación que deben portar los taxistas. Esto, “a través de la digitalización de la revista y la licencia de conducir tipo B”, con lo cual ya no fue necesario mantener abiertos los módulos de trámites y servicios de la SEMOVI de El Coyol y la Virgen… “históricos centros de corrupción”, según la Sheinbaum.
Además, “se estableció el programa obligatorio de registro de taxis para asociar a cada placa de taxi sus conductores responsables”.
En fin… pero, según la jefa de gobierno, de todos los taxistas, sólo un mínimo porcentaje está encabritado (utsssss… suficiente para desquiciar la CDMX, por lo que se vio ayer). De acuerdo con los datos de Claudia Sheinbaum, 99.6% del total de taxistas están de acuerdo en acabar con la corrupción… el resto, es decir, sólo un mísero .4% quiere seguir dando servicio de la manera más chueca que se pueda.