Lo que necesitas saber:
Aquí te dejamos 5 claves para entender la creación, estilo y el sonido de 'No Rain, No Flowers', el nuevo disco de los Black Keys.
The Black Keys, el icónico dúo formado por Dan Auerbach y Patrick Carney publicó su disco número 13 No Rain, No Flowers, en el que traen una vibra alegre y bailable tras un periodo difícil para la banda. El título homónimo, que ya suena como tercer sencillo y abre el disco, sirve de intro energizada con suaves sintetizadores y ecos vocales, y marca el tono fresco y dinámico del disco.
Aquí te dejamos 5 claves para entender la creación, estilo y el sonido de No Rain, No Flowers:
The Black Keys resurgen con creatividad tras la tormenta
Tras la cancelación de su gira de 2024 por problemas de gestión y un relajo que se hizo más grande de lo que debía, el dúo sacó la frustración grabando este disco. Como explicó Dan Auerbach, “hacer este disco nos ayudó a canalizarlo” . Este sentimiento de reinventarse se siente en canciones como “Man On A Mission”, un single optimista que Carney reconoce surgió para levantar el ánimo tras el contratiempo.
La letra de “No Rain, No Flowers” encierra la filosofía completa del álbum: “The damage is done, it won’t be long till we’re back in the sun”. La banda de hecho anunció en mayo una nueva gira 2025 tras lo vivido, por lo que los obstáculos funcionaron como combustible creativo: la urgencia del momento se traduce en un rock con temas de crecimiento. El final con “Neon Moon” cierra el disco con la misma filosofía, “when you’re at the crossroads and you don’t know where to turn, don’t let yourself get down to long, ‘cause a change is coming soon”.
Colaboraciones creativas: nuevas caras en el estudio
Para este disco The Black Keys recurrieron a compositores externos por primera vez en dos décadas. En la práctica esto significa que junto a Auerbach y Carney, quienes producen el álbum enteramente en su estudio Easy Eye Sound de Nashville, participan renombrados autores y productores: Rick Nowels (colaborador de Lana Del Rey), Daniel Tashian (Kacey Musgraves) y el productor Scott Storch, entre otros. Este disquito suena a que los Black Pumas y Thee Sacred Souls fueron una influencia directa de la banda, en un revival del neo soul. Chequen nomás:
Estas colaboraciones se notan en temas clave: por ejemplo “Babygirl” y “Make You Mine” fueron co-escritos con Storch y tienen un groove funk/retro que recuerda al Motown de los años 60; “On Repeat” y “Kiss It” llevan melodías más soul-pop, y los coros pegadizos de “The Night Before” y “Man On A Mission” reflejan esas composiciones conjuntas . Según Carney, trabajar con nuevos coautores “nos pone a prueba y fomenta la creatividad”, permitiéndoles explorar sonidos que antes no habían tocado .
Nuevos horizontes para los Black Keys del garage sucio al soul-pop elegante
No Rain, No Flowers combina los orígenes blues/garage de la banda con colores más cálidos y “vintage”. El rock se encuentra con una producción más ambiciosa, y si antes el duo tenía 3 tracks de audio en sus sesiones, ahora imaginamos que se trata de más de una decena, con 3 guitarras en vivo, coristas y hasta teclados.
El disco incluye rock clásicos como “Man On A Mission” , un riff distorsionado al estilo clave en su catálogo, pero brilla en canciones de tintes soul: “Make You Mine” tiene claras influencias claves del motown, “Babygirl” es un stomp retro con sintetizadores brillantes y percusión funky, y temas como “Neon Moon” cierran el álbum con una balada country-rock contemplativa.
Este disco es un triunfo de todos los sonidos que les hemos conocido, sin que hayan rarezas fallidas como en Ohio Players, con una incorporación rarísima de rap en el disco.
Temas de superación y optimismo para levantar el ánimo
El contenido lírico del álbum pone el foco en la resiliencia, y sobre todo después de lo que vivieron en 2024, lo que acabó con los Black Keys despidiendo a sus managers tras el fracaso. El propio título No Rain, No Flowers lo dice: la lluvia, como adversidad, es necesaria para que florezcan cosas buenas. La lucha los llevó al crecimiento. Al final, después de superar los problemas, aprendimos algo valioso.
El álbum gira en torno a mensajes positivos: “All My Life” y “Babygirl” celebran la perseverancia y la alegría de vivir, mientras “Neon Moon” y “Down To Nothing” reconocen los baches en camino pero con un fin esperanzador.
Carney explicó: “Cuando todo se fue al diablo y nos jodieron por completo después de más de 20 años en el negocio, lo único que nos quedaba por hacer era seguir haciendo música e intentar sacarle el máximo provecho”.
El título y la actitud general recuerdan la herencia blues-rock de sus primeros discos, cuando el dolor personal era el centro, aunque era un rollo más amoroso, pero aquí se refleja una madurez que apunta más hacia la luz que hacia la oscuridad.
Este disco sabrá distinto en la gira del reencuentro con ellos mismos tras la adversidad
No Rain, No Flowers demuestra cómo The Black Keys siguen reinventándose, a pesar de no necesitarlo, con una audiencia fiel y una maestría en sus géneros de origen. A diferencia del álbum anterior Ohio Players (2024) (que reseñamos por acá) de sonido más cercano al rock alternativo con influencias blues – este nuevo material es más luminoso y diverso. Y con todo el rollo alrededor de este disco, su tour actual hará que sientan las rolas como nunca antes. Tocarlo en vivo será el punto culminante de superación de la adversidad.
Siguen presentes sus raíces crudas de Akron, pero junto a ellas aparecen nuevos elementos como sintetizadores, orquestaciones soul, bajos más funky. No Rain, No Flowers mantiene la honestidad rockera de sus comienzos de garage/blues en discos como Thickfreakness, pero la refresca con la versatilidad que adquirieron en álbumes más pop y mainstream como Turn Blue o Let’s Rock.
Nos imaginamos un cierre perfecto con “Neon Moon” como el limón en la herida de la exhibición mundial de la cancelación en 2024, pero regresando a los escenarios de forma gloriosa.
Sacaron varias versiones bellas de este álbum que pueden conseguir por acá, y estarán el próximo 11 de septiembre tocando en el Pepsi Center de la CDMX.

