En estos tiempos resulta bastante difícil considerar que a Marvel le vaya mal, pues llevan prácticamente más de una década dominando la industria cinematográfica con su universo en el gran pantalla y eso les ha hecho ganar millones de dólares gracias a las películas de sus icónicos personajes. Sin embargo, aunque ustedes no lo crean, hubo un momento en el que esta casa de cómics tan importante estuvo a punto de desaparecer… así como lo leyeron.

Durante años, esta editorial se colocó junto a DC Comics como los meros meros en cuanto a historietas. Y la verdad es que eso no se puede discutir, ya que no había nadie a su nivel, porque a lo largo de todo este tiempo nos presentaron a superhéroes muy relevantes para la cultura pop, como Spider-Man, Capitán América, Iron-Man y Hulk, así como grupos del tamaño de los X-Men, Los Cuatro Fantásticos y por supuesto, Los Vengadores.

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Foto: Marvel Studios

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Aunque no lo crean, Marvel Comics estuvo a punto de desaparecer…

Sin embargo, el 27 de diciembre de 1996 pasará a la historia por ser el día en que Marvel Comics y ante la sorpresa del mundo, se declaró en bancarrota. Por supuesto que esta situación no llegó de un día para otro, pues fueron una serie de decisiones y la aparición de más competidores dentro de la industria los que llevaron a que esta empresa tomara una decisión tan drástica. Pero no se preocupen, que aquí les contamos cómo estuvo la cosa.

Para empezar, hay que mencionar que desde 1968, la editorial cambió de manos por un montón de compañías que al ver el potencial y el enorme margen de ventas, no dudaron ni un segundo en comprarlos. Hubo apuestas que cambiaron por completo los cómics y otras que pasaron sin pena ni gloria. De cualquier manera y a pesar de todo, lograron salir a flote durante casi dos décadas pero a finales de los 80 comenzaron los problemas graves. 

El día que Marvel se declaró en bancarrota y estuvo a punto de desaparecer
Foto: Getty Images

Comienzan los problemas para ‘la casa de las ideas’

En 1988, Marvel Comics fue adquirida por el conglomerado empresarial Andrews Group, que formaba parte del imperio empresarial del magnate Ronald Perelman (dueño de la compañía de cosméticos, Revlon). Hasta ahí la cosa iba de maravilla, pues gracias al trabajo de grandes artistas como Todd McFarlane, Jim Lee Rob Liefeld, lograron incrementar considerablemente la venta de títulos como Spider-ManX-Men y X-Force.

Sin embargo, la felicidad no les duró mucho que digamos. Para 1991, tan solo tres años después de que Perelman se hiciera con la editorial, sus artistas estrella se marcharon para crear su propia empresa, Image Comics. Por otro lado, en la ecuación también apareció un viejo conocido de Marvel, Jim Shooter, quien fue redactor en jefe de la compañía entre 1978 y 1987 y que más tarde fundaría Valiant, otra amenaza para ‘la casa de las ideas’.

El día que Marvel se declaró en bancarrota y estuvo a punto de desaparecer
Ronald Perelman/Foto: Getty Images

Las malas decisiones que se tomaron durante la gestión de Ron Perelman

Durante todo este periodo, Marvel Comics intentó contrarrestar esta situación ampliando sus negocios más allá de la historietas, invirtiendo en empresas como la juguetera Showbiz, las estampas Panini y las cartas coleccionables Fleer y SkyBox. Sin embargo, la movida más importante fue la adquisición a mediados de los 90 de su propia distribuidora, Heroes World Distribution, que se encargaría de mover los millones de ejemplares que publicaban mensualmente.

Lamentablemente, Heroes World no tenía la infraestructura necesaria para manejar el volumen de material con el que contaba y a esta bronca se le sumó una crisis por saturación de la industria del cómic. Todo esto trajo un periodo de ventas bajas para la editorial, y por si no fueran suficientes sus desgracias, debido a los malos resultados comenzó a debilitarse la administración de Perelman, a quien más tarde acusaron de desfalco.

El día que Marvel se declaró en bancarrota y estuvo a punto de desaparecer
Foto: Getty Images

La bancarrota y un nuevo rumbo

Tras varios pleitos legales, en 1996, Ron Perelman fue cesado de Marvel Comics y la empresa quedó bajo el control de Isaac Pellmutter y Avi Arad. Ambos conocían muy bien ‘la casa de las ideas’ y sus personajes, pues trabajaron en distintas subsidiarias de la compañía. A partir de ese momento, los dos pusieron manos a la obra para crear un plan para salir de los problemas económicos que venían enfrentando en los últimos años.

Después de considerar varias opciones y como un recurso bastante común en los Estados Unidos, no les quedó de otra más que tomar la difícil decisión de declararse en bancarrota. Esta fue una jugada bastante arriesgada pero que les dio tiempo para evaluar más situaciones en las cuales puedan no solo salvar el empleo de miles de personas, también rescatar a una de las casas editoriales de cómics más importantes de la historia.

El día que Marvel se declaró en bancarrota y estuvo a punto de desaparecer
Foto: Getty Images

A partir de ese momento y sin deudas, Marvel Comics comenzó varios negocios que no les salieron como esperaban, entre ellos estaban restaurantes temáticos basados en sus superhéroes y CD-ROMs interactivos. Sin embargo, en medio de todas estas fallas, Isaac Pellmutter y Avi Arad encontraron una forma bastante inteligente de explotar a sus personajes pero que también ponía en peligro el futuro de la compañía para siempre: crear un estudio cinematográfico.

Vender los derechos de sus personajes y explotarlos

Años antes de llegar a esta situación tan complicada, ya existían películas y series de televisión protagonizadas por los superhéroes de Marvel. Sin embargo, el gran problema recayó en que ninguna de esas producciones corrían a cargo de la ‘casa de las ideas’, pues cedían por una enorme cantidad los derechos de los personajes a otros estudios que casi en el momento, les pagaban esos dólares, los cuales invertían en la producción masiva de cómics.

Para no hacerles el cuento más largo, prácticamente Marvel no veía ganancias de esos proyectos fílmicos y en ese entonces, la venta de derechos no era un negocio redituable para ellos. Es por eso que decidieron crear su propio estudio con el cual pudieran crear cintas y más por las cuáles pudieran ver los millones en sus cuentas bancarias, pero la cosa no era nada sencilla pues como recordarán, a esas alturas no tenían dinero y nadie confiaba en ellos.

La última jugada para salvar a la editorial

En otra jugada arriesgada, Marvel Comics pidió grandes préstamos bancarios y puso como aval a 10 de sus personajes más importantes. De manera que, de no pagar los millones de dólares que solicitaron, perderían para siempre a los superhéroes que más vendían historietas y eso significaría la desaparición definitiva de la compañía. Sí, no es broma, aventaron su última carta esperando que las cosas les salieran bien.

Por si esto no fuera suficiente, llegaron a acuerdos millonarios con Fox y Sony Pictures para concesionar y explotar los derechos en la gran pantalla los X-Men y Spider-Man respectivamente. Como era de esperarse, las negociaciones no fueron sencillas, pero al final, Arad y Pellmuter lograron sacar de la ruina a ‘la casa de las ideas’ y no solo eso, también consiguieron expandir el perfil de la compañía a través de las películas. Pero no nos adelantemos.

Superar la adversidad con Marvel Studios

En 1998, tras asociarse con otras dos productoras y en medio de mucho nerviosismo, Marvel Entertainment (como pasó a llamarse la compañía) estrenó Blade. Para sorpresa de todos, la película fue todo un éxito, logrando triplicar la inversión inicial de la producción. Más tarde vendrían más cintas como las trilogías de X-Men y Spider-Man, Hulk con Eric Bana y muchas más, con las cuales lograron embolsarse varios millones de dólares y reformar el negocio de los cómics.

A pesar de que la gestión de Arad y Pellmuter no se salvó de controversias y también hubo movimientos cuestionables –que generaron varios cambios dentro de la empresa–, superaron la adversidad y el resto es historia. En 2008 llegó Iron-Man a las salas de cine con Robert Downey Jr. y además de recibir reseñas bastante positivas por parte de la crítica y embolsarse unos buenos dolarucos, lo más importante de todo fue que con Tony Stark nació el Universo Cinematográfico de Marvel. 

El Universo Cinematográfico de Marvel no hubiera sido posible sin este momento complicado

El 31 de agosto de 2009 nos enteramos de una noticia que conmocionó al mundo, pues se hizo oficial que Marvel Entertainment se fusionaría con The Walt Disney Company luego de pagar 5 mil millones de dólares por la compañía. A partir de ahí, comenzaron los años dorados de los superhéroes en la gran pantalla. Le guste o no a muchos, gracias al impulso que le dio la casa de Mickey Mouse a estas historias, los personajes de los cómics se apoderaron de la industria cinematográfica.

Lo que siguió a este movimiento tan importante fueron puros éxitos, con proyectos ambiciosos como Capitán América: Civil War o Avengers: Endgame. Lejos quedaron los malos tiempos, pues ahora son una de las empresas más grandes del mundo y esto no hubiera sido posible sin todas esas personas que por amor a los personajes, a las historietas y sobre todo a Marvel, hicieron lo que estuvo en sus manos para salvar a ‘la casa de las ideas’ y así, continuar con el legado de una de las editoriales más importantes de todos los tiempos.

Estudio revela cómo será la vejez de los superhéroes de Marvel
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Me llamo Jesús pero todos me dicen Chucho. Me encanta la música y sé tocar algunos instrumentos, aunque creo que soy mejor escribiendo sobre las bandas que me gustan. Soy fan de los conciertos y festivales,...

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