Para las mujeres todavía es difícil vivir del futbol, así que la mayoría cuenta con otra profesión o estudios que les ayudan a tener ingresos extra. Este es el caso de Alicia Espinosa Ríos, quien además de ser árbitro, presume ser Ingeniera Aeroespacial.

Sus dos pasiones han sorprendido al mundo durante las últimas semanas, ya que además de contar con muchos conocimientos y experiencia, es una de las silbantes más jóvenes en la Primera Iberdrola: apenas tiene 23 años de edad.

Alicia Espinosa
Foto: RFEF

Considerada como una de las promesas en el arbitraje español, Espinosa sólo es mayor que Arantza Gallastegui Pérez (se llevan dos meses) y estuvo muy cerca de los deportes durante toda su vida.

Inicios y debut de Alicia Espinosa

Nació en el municipio de Alcorcón, ubicado en Madrid, en 1997. Cuando era una niña, jugaba en las calles con su padre y conforme creció, incursionó en el taekwondo, judo y el futbol sala para después pasar al futbol mientras estudiaba el bachillerato.

Espinosa relató a Marca que durante esa etapa, comenzó a sentir una fuerte atracción por el arbitraje y no sólo por ser jugadora. Poco a poco compaginó sus horarios y en el segundo año de la Universidad (2016), se tituló como silbante.

El resultado de todos sus sacrificios llegó en octubre de 2020: debutó en el torneo femenil más importante de España. Semanas antes, el ex árbitro Undiano Mallenco, la llamó para informarle que el Comité de Árbitros la había elegido para ascender a la Primera Iberdrola.

No me lo podía creer. Fue una felicidad absoluta, como cumplir un sueño. Tardé muchos meses en desconfinarme, tenía miedo a contagiarme. El Comité madrileño me había preseleccionado como la candidata a subir hacía muchos meses y no quería fallar“, explicó Espinosa Ríos.

Después de su primer partido, las cosas no han sido del todo fáciles. A la par de la temporada, la árbitro estudia un Máster en Aeronáutica, así que hay semanas en las que viaja rápidamente para regresar a casa y a clases.

Alicia Espinosa está consciente de la exigencia que existe en el balompié español, sobre todo al buscar una completa profesionalización de la Liga Femenil. Por ello, su siguiente meta es mantener el puesto que ya consiguió, pero a largo plazo buscará el aval de la FIFA.

Detrás de cada partido hay muchas horas de preparación que no se ven. Nos fijamos en todo, es muy importante para colocarnos mejor sobre el campo y ver dónde tenemos que poner el foco. Me encantaría llegar a ser árbitra FIFA. Pero de momento, me conformo con seguir disfrutando partido a partido y no descender“, agregó la silbante.

Su historia se une a la de cientos de mujeres que dejaron y dejan una huella importante para los próximos años. Otro ejemplo son las árbitras sudamericanas que participarán en el Mundial de Clubes, así que cada vez se abren más puertas y se dejan atrás estereotipos y barreras.

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Escribo de deportes en Sopitas.com. Estudié en la UNAM y luego pasé por PressPort y la Agencia Notimex. Veo futbol como si me pagaran por ello, pero también soy fan del beisbol, el tenis y la Fórmula...

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