Cuartos de Final del Mundial de Sudáfrica 2010. El partido entre Uruguay y Ghana nos tomó por sorpresa como un juegazo donde el clímax fue protagonizado por Luis Suárez y su “mano salvadora”.

Para suerte de Jorge Fucile, de Pepe Mujica y de los 3.4 millones de habitantes de Uruguay, el “pistolero” sacó su instinto más humano e hizo todo lo posible —como convertirse en un portero improvisado— para salvar a su país.

Uruguay cayó en 3-2 en las Semifinales con Países Bajos y también perdió el partido por el tercer lugar contra Alemania. Sin embargo, lo que quedó para la posteridad fue la imagen de Luis Suárez atajador, villano, infantil…

Un jugador que demostró al mundo que el futbol no es perfecto.

En la película del futbol Luis Suárez es el “villano”

Aquella noche del 2 de julio de 2010 Luis Suárez no tuvo su mejor juego pero comparado con sus errores frente a portería, la mano en la línea de gol fue un ¿acierto? Es decir: ¿Qué podía hacer en ese momento? ¿Qué habrías hecho tú si el futuro de tu selección dependiera de ese instante?

Hay un público inmenso que hasta el día de hoy califica la falta de Suárez como trampa y en ese sentido también ve a Luis como el villano de la película. Por ello no dejamos pasar este episodio de Las Cosas que da el Futbol sin platicar con nuestra amiga Pía Gómez Escalante.

Además de ser una amante del futbol como Sara y Diego, Pía es guionista y realizadora apasionada por contar historias. Entonces ¿quién mejor que ella para analizar a Luis Suárez como poster boy del antifutbol?

Un doble discurso en el guión

La afición y los medios pusieron a Luis Suárez en el lugar de villano y la mano contra Ghana fue apenas el origen de su papel. Y es que es comprensible… ¿Cómo carajos se te ocurre morder a alguien en un partido de futbol?

Aún así, si lo vemos del lado “justo”, el árbitro SÍ marcó el penal en el Mundial, SÍ expulsó a Suárez y SÍ hizo valer todas reglas establecidas por la FIFA.

El mundo repudió al charrúa por su “antifutbol” pero es aquí cuando nos preguntamos cómo habría sido la reacción de todas y todos si la mano fuera contra una potencia como Inglaterra y no contra el equipo pequeño que siempre queremos ver triunfador a lo Hollywood.

En México nos hubiéramos trepado al tren de “¡Viva Latinoamérica!”, “¡Bravo, Forlán y Abreu! ¡Luis lo hizo por todos nosotros, por los subestimados, por los que vivimos agachados”.

Por más inverosímiles que resultaron las mordidas de Suárez, Chiellini no tuvo que salir del campo para ser atendido en un hospital.

Entonces: ¿Por qué estuvo vetado prácticamente del futbol cuatro meses y Sergio Ramos que inhabilitó a Salah en la Final de la Champions no fue expulsado y hasta levantó el trofeo?

Mientras que el Barcelona evadía millones de impuestos en el fichaje de Neymar, la FIFA nos decía, miren: “Él muerde. Él es el problema. Lo castigamos y así hacemos el futbol más limpio”.

Sí, hubo un viento autodestructivo que llevó a Luis por circunstancias muy jodidas, pero pagó sus facturas y en el camino nos dejó un aprendizaje sobre los valores que se pueden dejar en la cancha y que pueden reverberar más allá.

El futbol es redención y no hay mejor prueba que la del actual Luis Suárez. El problema es para aquellos que nunca han pateado una pelota y que se atreven a hacer y deshacer desde una oficina…

Quizá ellos sí son los villanos.

El análisis completo con Sara Herrera, Diego Landeros y Pía Gómez ya lo puedes escuchar aquí.

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