Lo que necesitas saber:
Entre los tesoros arquitectónicos de la Ciudad de México existen varias capillas de la época virreinal que en la actualidad son verdaderas reliquias del pasado.
El Virreinato de la Nueva España es una época que dejó su huella hasta nuestros días con sus tradiciones, la religión y la arquitectura entre otros aspectos. Por todo México encontramos edificios y templos de esa época y en la capital mexicana existe una gran variedad de estas construcciones que nos transportan a otros tiempos. Daremos un tour de capillas virreinales por los diferentes rumbos de la CDMX.

El virreinato comenzó de forma oficial el 8 de marzo 1535 con la designación de Antonio de Mendoza y Pacheco como primer virrey de la Nueva España. A él le siguieron 61 virreyes más, hasta que ese periodo histórico terminó con la Independencia de México en 1821. La conquista trajo nuevas costumbres, así como un nuevo idioma y tradiciones religiosas.

La arquitectura virreinal desarrolló varios estilos arquitectónicos en nuestro país, entre los más característicos: el barroco, el plateresco, el mudéjar y el neoclásico, que llegados desde Europa, se fusionaron con elementos locales para crear un estilo único. Aquí tenemos algunas capillas virreinales que hoy sobreviven por los diferentes barrios de la gran ciudad.
Capillas virreinales en la CDMX
Capilla de Nuestro Señor de la Humildad
Conocida también como la Iglesia de Manzanares, esta capilla se distingue por ser la más pequeña de la Ciudad de México con sus dimensiones de 9 metros de largo por 4 de ancho. Aun así, es un hermoso ejemplo de la arquitectura barroca y la única que sobrevive de las siete ermitas que Hernán Cortés mandó construir a mediados del siglo XVI.

Es la más antigua de toda la capital y está en el Centro Histórico, en la calle de Manzanares del barrio de La Merced, que como su nombre lo indica, antes estaba llena de estos bellos árboles frutales.
Capilla de San Lucas Evangelista
Es otra famosa capilla del barrio de La Merced, fundada originalmente para la población indígena de la zona, se reconstruyó en 1698 con las donaciones de los carniceros, matanceros y rastreros locales, que según dicen, no eran admitidos en la iglesia cercana de San Miguel Arcángel.

Conocida en ese entonces como San Lucas Cuezcontitlán de los Carniceros, ha tenido varias remodelaciones a través del tiempo. Hoy tiene esculturas coloniales y un hermoso confesionario. Está cerca de la estación del metro Pino Suárez y cuenta con su propia plaza, que lleva también el nombre de San Lucas Evangelista.
Capilla de San Sebastián Mártir
Ubicada en el barrio de Chimalistac, en la Plaza Federico Gamboa, se caracterizó por ser una capilla al aire libre durante mucho tiempo, rodeada por los jardines y huertos de los monjes carmelitas. Tiene sus orígenes en el siglo XVI. Más tarde, en el siglo XVII se construyó su techo y se cerraron sus arcos laterales.

Con las Leyes de Reforma quedó abandonada y en 1938 los vecinos de Chimalistac organizaron su reconstrucción. En sus muros está pintado el escudo del pueblo de San Sebastián Axotla, que lleva una laguna con ajolotes y un poema. Esta capilla ha sido escenario de varias películas, entre ellas Santa de 1931, basada en la novela de Federico Gamboa.
Capilla de la Inmaculada Concepción Tlaxcoaque
Este pequeño templo barroco del siglo XVII se construyó en el barrio indígena de Tlaxcoaque y originalmente estuvo consagrado como el Templo de la Sangre de Cristo, hasta que una mujer indígena donó a la capilla una imagen de la Inmaculada Concepción que llegó a ser venerada por muchos años.

Hoy la encontramos en la Plaza Tlaxcoaque, es un bello edificio de una sola torre con su campanario. Se construyó con piedra volcánica y para levantarla participaron artesanos indígenas. En 1930 gran parte de la zona se demolió para darle paso a Calzada de Tlalpan y a la Avenida 20 de Noviembre, pero la capilla sobrevivió hasta nuestros días.
Capilla de la Santa Cruz
Construida entre los siglos XVII y XVIII, este pequeño templo de la alcaldía Iztacalco sirvió para evangelizar al antiguo barrio de Atencopa, que tomó la costumbre de realizar procesiones cada Jueves Santo entre esta capilla y la iglesia de San Matías. Su bella fachada y su interior mezclan elementos de la arquitectura colonial y barroca local.

Declarada como monumento histórico por el INAH en 1989, es uno de los principales atractivos de Iztacalco y la encontramos en el barrio de Santa Cruz, en la esquina de las calles de Amado Nervo y Santa Cruz.
Capilla de la Inmaculada Concepción en Salto del Agua
Es otra de las famosas capillas del Centro Histórico y la encontramos en el cruce de Eje Central Lázaro Cárdenas y José María Izazaga, frente a la famosa fuente de Salto del Agua. Llama la atención por estar en medio de edificios modernos y comercios de todo tipo. Se construyó entre 1750 y 1760 y con la ampliación de las avenidas de 1935 quedó aislada, donde hoy la encontramos.

Originalmente era un templo para los párrocos de la Hermandad de la Concepción y en su exterior estaba el acueducto de Chapultepec, que traía agua a la ciudad desde el cerro. La fuente que está frente a la capilla permanece como un monumento histórico de aquella época.
Capilla de San Antonio Panzacola
Esta capilla emblemática del barrio de Coyoacán posiblemente se construyó a mediados del siglo XVIII junto a un puente de piedra que pasa sobre el Río Magdalena. Hoy la encontramos en la esquina de Avenida Universidad y Francisco Sosa, que antes era el Camino Real entre los barrios de San Ángel y Coyoacán.

Una leyenda cuenta que su construcción se debe a que una familia de contrabandistas del barrio ofreció alzar un templo dedicado a San Antonio de Padua si se libraban de la cárcel, así, se salvaron de ser detenidos y pusieron en pie esta capilla de estilo barroco que marca una de las entradas al barrio de Coyoacán.
Capillas de la Catedral Metropolitana
En este tour no se pueden dejar de mencionar las 14 capillas laterales que tiene la Catedral Metropolitana. El interior de cada una está adornado con hermosos retablos, altares, esculturas y pinturas religiosas. Originalmente cada capilla estaba asignada a un gremio religioso y se construyeron al mismo tiempo que la Catedral.

Entre las más famosas tenemos la de las Reliquias, la de San Felipe de Jesús, la de los Ángeles, la de San Pedro y la de Nuestra Señora de Nuestras Angustias. Cada una de ellas puede ser visitada y guarda tesoros invaluables del arte sacro y la época virreinal.

