Este video es la clara muestra de aquella frase que reza: “La vida se va como el agua”.
Esta es “Danielle”. El video es obra de Anthony Cerniello, quien en tan sólo cinco minutos hace que el rostro de una niña brinque hasta el de una mujer de sesenta años.
Todo está hecho a través de fotografías tomadas de mujeres pertenecientes a la misma familia y claro, un gran trabajo de edición.
Para crear el efecto visual, Cerniello -con el fotógrafo Keith Sirchio- acudió a una reunión familiar de su amiga Danielle. Ahí tomó fotografías de varias de las asistentes para verificar cuáles poseían una estructura ósea similar. Al dar con sus modelos, les tomó sus respectivas imágenes las cuales fueron trabajadas por los animadores Nathan Meier y Edmund Earle y además por el artista George Cuddy.
De acuerdo al responsable de esta obra, lo que se pretende es crear la percepción de que “algo está pasando pero no puedes verlo, pero sí sentirlo, como el envejecimiento mismo”.