Lo que la caravana migrante generó en la frontera sur será poco a comparación de lo que se verá cuando llegue al norte. Al menos eso es lo que se vislumbra con las palabras de Donald Trump quien, poco diplomático como suele ser, advierte que los centroamericanos que consigan avanzar hasta los límites con Estados Unidos, serán retachados… así que mejor es que vayan pidiendo asilo en México.
Full efforts are being made to stop the onslaught of illegal aliens from crossing our Souther Border. People have to apply for asylum in Mexico first, and if they fail to do that, the U.S. will turn them away. The courts are asking the U.S. to do things that are not doable!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 21 de octubre de 2018
¿Le harán caso? Seguramente no.
“Esfuerzos totales se llevan a cabo para evitar que la embestida furiosa de extranjeros ilegales cruce nuestra frontera sur. La gente debe pedir asilo primero en México y si no lo hacen, Estados Unidos los rechazará. Las cortes están pidiendo a Estados Unidos hacer cosas que no son posibles”, escribió Trump en Twitter, luego de ver el “portazo” que armaron los integrantes de la caravana migrante en la frontera entre México y Guatemala.
Aunque el mensaje “según” va dirigido a los centroamericanos que hicieron ver al río Suchiate como en Bravo y que están los pasos fronterizos de Chiapas al más puro estilo de los venezolanos que huyen con dirección a Colombia y Brasil, nuevamente se puede entender como una advertencia con chanfle… como aquella que hace unos días le hizo a Honduras, pero la cual fue atendida en friega por el gobierno mexicano.
El pasado 18 de octubre Trump lanzó críticas y amenazas contra los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala, debido a que estos no hicieron nada para impedir que “su gente” saliera de sus países con rumbo a Estados Unidos… y a México también le tocó: horas antes de que la caravana migrante consiguiera avanzar hasta la frontera de Guatemala con México, el republicano amenazó con cerrar la frontera norte si la administración de EPN no se ponía las pilas y hacía algo para evitar que los centroamericanos siguieran su camino. Aunque nomás sirvieron para la foto, miembros de la Policía Federal se posicionaron en la mencionada frontera, lo cual le valió al gobierno mexicano agradecimientos de Trump. Uhhh qué orgullo… que Trump te aplauda por cumplir órdenes.
En fin, regresando con las solicitudes de asilo a miembros de la caravana migrante, cual Godínez con jefe que tuvo mal fin de semana, el gobierno mexicano de volada se apuró a informar que se han recibido mil 28 de dichas solicitudes… esto según números recabados en tres días por el Instituto Nacional de Migración (INM). ¿Sólo eso? Pues sí: muchos de los migrantes tienen miedo de pedir el asilo… y hasta de recibir los apoyos que ofrece el gobierno, debido al temor de ser deportados por las autoridades mexicanas.
De acuerdo con Proceso, los migrantes denuncian que quienes aceptan realizar los trámites para obtener el estatus de “refugiado” quedan incomunicados, sin que se permita que sus familiares tengan contacto con ellos. Hasta el momento – indica el semanario – no se ha permitido que periodistas accedan al lugar donde el INM y PF tienen resguardados a quienes han aceptado acogerse a la ayuda del gobierno.
Y así la situación. Se prevé que solo en Tapachula hay por lo menos 5 mil migrantes que este lunes 22 de octubre seguirán su camino hacia el norte del país. Su trayecto será por los municipios de Mazatán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Escuintla, Acacoygua, Acapetahua, Mapastepec, Pijijiapan, Tonalá y Arriaga, esto en Chiapas y con miras a arribar a Oaxaca.