Con la maestra Delfina Gómez Álvarez “vamos a construir aquí en la tierra, en el Estado de México, el reino de la justicia”. Esa fue la carta de presentación que Andrés Manuel López Obrador, dirigente nacional de Morena, ofreció sobre la figura de la abanderada de su partido al iniciar la precampaña. De Delfina conocíamos apenas algunas generalidades: que fue profesora, que estudió dos maestrías, que fue presidenta municipal de Texcoco, que pidió licencia de su cargo como diputada federal para lanzarse por la grande y que procedía de una familia de orígenes humildes. A mediados de febrero, ya con los candidatos perfilados y con la contienda a punto de empezar, las encuestas mostraban una carrera a tercios: el priista Alfredo del Mazo Maza, la panista Josefina Vázquez Mota y la morenista Delfina Gómez estaban empatados técnicamente.

En sus primeras entrevistas, la maestra Gómez se definía a sí misma como una ciudadana que conocía los problemas del Edomex y que quería trabajar con una política, manejo de presupuesto y tipo de servidores públicos diferentes. La morenista, de 54 años, indicaba que su principal reto para vencer el 4 de junio era derrotar el abstencionismo. En sus presentaciones públicas exigía que se respetara “la decisión mayoritaria de los mexiquenses” y que el PRI aceptara los resultados de la votación. Los primeros ataques comenzaron a llegar. Sus rivales comenzaron a tildarla de títere de AMLO y aseguraban que no estaba preparada para ser gobernadora. El expresidente Felipe Calderón Hinojosa llegó más lejos y escribió lo siguiente en su cuenta de Twitter: “¿Delfina es nombre propio? ¿o así le dicen por cómo la trata quien la nombró y es su jefe?”.

El comentario fue considerado como misógino y clasista por parte de la abanderada morenista, quien interpuso una queja contra Calderón, Ricardo Anaya y Enrique Ochoa Reza ante el INE por violencia de género.

Andrés Manuel López Obrador y Delfina Gómez
Foto: Twitter

El 5 de abril, el periodista Carlos Loret de Mola organizó un debate televisivo con la presencia de los candidatos a la gubernatura del Estado de México. En el encuentro, Delfina volvió a ser considerada como una “candidata que se ha dejado manipular“, se le criticó su relación con Higinio Martínez Miranda, actual gobernador de Texcoco, y se le acusó de no conocer el significado del término feminicidio. Ese mismo día, el periódico El Economista publicó un reportaje que daba el primer golpe de peso contra la maestra. Según la publicación, Gómez Álvarez se había autopagado más de 400 mil pesos como parte de su liquidación y un bono. La morenista aseguró que el pago fue totalmente legal. Contra la candidata de Morena, al igual que con la mayoría de los abanderados, también se llevaron a cabo campañas difamatorias en redes sociales. A la maestra Delfina se le señaló, falsamente, de tomar un entrenamiento para aprender a llorar y generar simpatía entre los votantes. Fake news, diría el presidente Donald Trump.

El 25 de abril, durante el primer debate oficial entre los candidatos, Alfredo del Mazo y Josefina Vázquez Mota dieron el segundo guamazo de consideración: los contendientes acusaron a la maestra de retener cuotas de sus trabajadores mientras era presidenta municipal de Texcoco. La autora de la frase “superrequetebién” —aplicada para referirse a su posición en las encuestas— aceptó un día después que sí hubo  descuentos a los salarios de sus empleados, aunque aseguró que esta era una filtración por parte del Gobierno Federal y que las cosas no eran lo que parecían. Delfina Gómez argumentó que 200 trabajadores pidieron—por oficio y de manera personal— que se les descontara un porcentaje de su salario, vía nómina, para que este dinero se destinara a otros rubros. Las autoridades no la han acusado formalmente de nada.

A la abanderada morenista le ha pegado, de refilón, todo el caso de la diputada local Eva Cadena, quien supuestamente habría recibido dinero para la campaña de Andrés Manuel. La excandidata de Morena a la presidencia municipal de Las Choapas, Veracruz, declaró hoy, 31 de mayo, que su partido la había dejado sola tras la filtración de los videos. La otrora integrante del PAN se recetó, casualmente y a unos pocos días de la elección, frases como estas: “Me consta que ellos (Rocío Nahle y Amado Cruz Malpica) son quienes manejan recursos para financiar las actividades de Morena”, “son iguales a los demás partidos” y “fui víctima, Morena me usó como coartada para cubrir irregularidades”.

Sobre el caso de los videoescándalos de Eva Cadena, Gómez Álvarez dijo, a finales de abril, que la exmorenista había cometido un error al recibir dinero que presuntamente era para AMLO. A recientes fechas, a la maestra Delfina se le ha relacionado con Elba Esther Gordillo y su grupo político, otro flanco por donde se le ataca.

Foto: Morena

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