Pues qué creen, todo parece que no hay prisa y otra vez un juez concedió otra prórroga a Emilio Lozoya para que siga juntando pruebas suficientes como para acceder al criterio de oportunidad con la Fiscalía General de la República (FGR).
Resulta que después de presentarse físicamente a la audiencia, el juez Artemio Zúñiga autorizó otros 30 días de chance, tiempo que terminará el próximo 3 de diciembre, y todo basado en el debido proceso y en los derechos de la defensa.
Aunque la defensa originalmente solicitó 60 días de prórroga, la Fiscalía se manifestó en contra de la petición y solicitó al juez que se cerrara la etapa de investigación complementaria.
Lo único que falta, ya que el juez le otorgó 30 días más, es que se discutan las medidas complementarias bajo las que quedará el exfuncionario, si en libertad o en prisión.
La Fiscalía solicitó al juez prisión preventiva para Lozoya y argumentó que ya no habrá criterio de oportunidad ya que, según dicen, el exfuncionario ha utilizado su petición de chance para obstaculizar el proceso en su contra. La Fiscalía afirma que no ha tenido intención de reparar el daño y que por eso lo acusarán de cohecho, lavado de dinero y asociación delictiva.
La audiencia de Lozoya
La defensa de Emilio Lozoya pidió que dejaran pasar a su cliente de manera directa al edificio judicial en el Reclusorio Norte para evitarse los empujones y las preguntas de los y las periodistas que estuvieron esperándolo desde la madrugada.
Pero les dijeron que no y, por lo tanto, el exfuncionario de Pemex (con portafolio en mano y cubrebocas) tuvo que entrar a las instalaciones de los juzgados federales como todo mundo lo hace —porque si fue al restaurante de Lomas de Chapultepec como cualquier otra persona, ¿por qué pedir atención especial para una audiencia?, pudo ser la lógica de las autoridades para batear esta petición.
Lozoya llegó a eso de las 9:10 de la mañana en una camioneta negra, con todo su equipo, nada más que sus guaruras no pudieron entrar a la audiencia, que definirá el rumbo de su situación.
Es decir, si el exdirector de Pemex cuenta con más tiempo para reunir las pruebas que dice hay a su favor sobre el caso Odebrecht o ya de plano, hay cancha libre para que la FGR siga con este caso.
“Señoraaaa”: Así llegó Emilio Lozoya al Reclusorio Norte entre empujones
El exdirector de Pemex está señalado por su presunta participación en los sobornos de Odebrecht pero, si ofrece información de peces más gordos que él, podría obtener ciertos beneficios de su papel como testigo colaborador.