Muchos ya lo sospechaban. Ese sigilo con que se mueven los gatos no es normal, algo tenían que ocultar y ahora autoridades de la Universidad de Georgia lo han descubierto.
Una de cada tres especies de aves en América está desapareciendo, y el gato de casa es el causante de ese declive, asegura George Fenwink, presidente del American Birds Conservancy. Obviamente por “América” se refiere a EU, pero aun así el señalar a las adoraciones de cuanta señora solterona conocemos es grave.
Pero cómo no acusar a los felinos de ser depredadores salvajes, si de acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Georgia, los peludos animales de menos de echan dos víctimas por semana. Claro que saben con quién meterse y en su lista sólo se encuentra presas más pequeñas como pájaros, insectos, lagartijas, ardillas, ranas… y claro, sus némesis por naturaleza, los ratones.
Y como los mininos no son nada tontos y buscan seguir siendo los consentidos de la casa y aparentar que no rompen ni un plato, desechan cualquier evidencia de sus crímenes: 30% de lo que matan se lo comen, 49% lo dejan muerto donde caiga y un cuarto de todo lo que mandan al otro mundo lo llevan a casa.
Se preguntarán ¿cómo saben eso, qué se pusieron a espiar gatos los ociosos académicos? Pues algo parecido. Le colgaron unas pequeñas cámaras a 60 gatos y después de dejarlos un rato haciendo lo habitual (dormir, acicalarse, ronronear, soltar pelo, etc) notaron su despiadado actuar.
Pero no sólo eso, además de ser asesinos por naturaleza, los gatos también son un peligro contra sí mismos: comen y beben cosas que ni saben de dónde provienen, cruzan la calle sin voltear para los lados, y se meten en lugares en los que sin duda corren el riesgo de quedar atrapados… Eso es tener la seguridad de que el mundo les pertenece.
Con información de USA Today