Una extraña imagen fue captada por las cámaras de seguridad de la estación Goodge Street en el metro de Londres el pasado 23 de julio, cuando una carriola con un bebé en su interior fue a parar a las vías.
De acuerdo a lo que vemos en las escenas, un hombre (aparentemente el padre) dejó el cochecito con el bebé al pie de una escalera, y nuevamente subió para ayudar al resto de la familia a bajar. Entonces, una ráfaga de viento (o un fantasma maligno, uno nunca sabe) movió la carriola y provocó que fuera a parar hasta las vías electrificadas por las que segundos antes había pasado uno de los trenes.
Al darse cuenta de lo ocurrido, la madre acudió inmediatamente en auxilio de su bebé, bajó a las vías y lo sacó.
Aquí el video (ojo con el chavo que ni cuenta se dio de lo que pasaba)…
Tras lo ocurrido, la Policía de Transporte británica le pidió a los testigos identificar a las personas involucradas en el incidente, y difundió las escenas para saber si tanto la mujer como el bebé se encuentran bien de salud. Marcos Lawrie, jefe inspector del organismo declaró:
“Este fue un incidente aterrador, no sólo por la magnitud del peligro al que el niño estuvo expuesto, sino también porque la mujer puso su propia vida en juego por ir a las vías. Necesitamos con urgencia identificar a las personas involucradas para asegurarnos de que el niño no resultó herido como consecuencia de la caída a las vías”.
Por fortuna en ese momento no pasó ningún tren por las vías; sirvan estas imágenes para recordarnos la importancia de ser cuidadosos con los niños pequeños cuando viajamos en el transporte público, pues un minuto de desatención puede ser la diferencia entre vivir o no una tragedia.