Y en la gustada sección “Sólo en México y en Los Simpsons”…
Luego de echarse el capítulo de “¿Quién mató al señor Burns?”, las autoridades notaron que para las celebraciones del 15 de septiembre en el Zócalo tenían todos los posibles “peligros” cubiertos: jóvenes, hombres, mujeres, miembros de la comunidad LGBT, ancianitos… pero, faltaba un elemento hostil que no habían considerado…
Así que en friega elementos del Estado Mayor Presidencial, Policía Federal y de la Gendarmería Nacional armaron un mini operativo con el que se neutralizó a los futuros quejosos de las políticas federales… por suerte no fue demasiado tarde y entre los cateos realizados a bebés se pudo detectar peligrosas sonajas que bien pudieron servir de proyectiles.
También los federales revisaron minuciosamente las carriolas en que eran transportados los menores, así como los pañales que éstos utilizaban, los cuales fueron clasificados como armas químicas dependiendo su contenido.
Las quejas ante la excesiva seguridad impuesta para ingresar al Zócalo capitalino no se dejaron esperar por las redes sociales: “¿Por qué tanto miedo?”, preguntaron cibernautas… pues cómo no: entre Belinda que “amenizó” la celebración y EPN que se lució echando grito ante fervorosos acarreados sujetos que voluntariamente fueron a celebrar y a gritar “¡México, México! “¡Peña, Peña, Peña!”… (minuto 3:35)
Pero bueno, regresando a los niños basculeados, al respecto el político petista, Gerardo Fernández Noroña, denunció: “Que cateen a todo hombre o mujer que desea ingresar a la plancha del Zócalo es una grave violación a los derechos humanos. Pero que lo hagan con niños y bebés es una atrocidad mayor. En el caso de un niño su estado de indefensión es absoluta. Un joven o un adulto puede hacer valer el artículo 16 constitucional. Pero un niño carece de toda posibilidad de defensa”.
Noroña se unió a activistas para denunciar las revisiones hechas a los menores ante la CNDH, las cuales no tuvieron respuesta, dado que las llamadas realizadas a la Comisión no fueron atendidas. “Quien haya dado esta orden absurda es una enfermo y un represor sin límites. No concibo que haya padres de familia que toleren semejante agravio, semejante infamia y tampoco concibo que haya policías que se presten a hacer una tarea tan deleznable”, añadió Noroña.
