Para el presidente de Movimiento Regeneración Nacional, la tercera tendrá que ser la vencida. Según un texto que ayer publicó en el Diario Reforma, si la gente no lo favorece en las elecciones de 2018, se irá (ahora sí) a La Chingada…
Lo anterior en el sentido que mejor les parezca. De hecho tiene dos lecturas: la primera (la menos gacha) se refiere a que el tabasqueño se alejaría del escenario político para retirarse en la quinta que le fue heredada por su padre. Sí, aquella de nombre que se ha prestado a la cábula: “La Chingada”.
La segunda interpretación de lo señalado por AMLO es… pues irse mucho a chiflar otra parte. Según parece él nos mandaría y, a su vez, él aceptaría que la gente (y la mafia del poder) ya desde hace mucho lo ha mandado a ese maravilloso lugar que se llama como su refugio familiar.
“Si el pueblo de México se manifiesta en 2018 por un cambio de fondo y me da su confianza, vendría a la quinta como ahora, de vez en cuando; pero si la mayoría de la gente dice que no me quiere gobernando o los de la mafia del poder nos lo impiden, entonces sí me iría literalmente a La Chingada. Es mi plan B: refugiarme en este lugar maravilloso”.
¿Y a qué dedicaría el buen AMLO sus años de retir0? Bueno, según el de Morena, ya no intentaría buscar el protagonismo político. En lugar de eso, “con humildad y arrogancia” (las dos al mismo tiempo, ¿por qué no?) se ocuparía en la siembra de plantas “e ideas”.
“Diría: quise ser como Juárez, Madero y Lázaro Cárdenas, y no pude o no supe hacerlo. Mientras viva, no dejaré de luchar por la justicia y por la auténtica democracia, pero me retiraré del protagonismo político para así (…) poder decir a mis adversarios y a quien quiera oírlo, ‘ya ven, no soy un ambicioso vulgar’. Sólo me importa estar bien conmigo mismo, con mi conciencia, con el prójimo, con la nación y con la historia”.
¿’ora de cuál fumó AMLO para estar tan melancólico? Bueno, todos estos pensamientos de retiro político se deben, aparentemente, a que ya le está pegando la edad al ex y próximo candidato presidencial… ayer cumplió 63 añitos y nadie de la mafia del poder lo felicitó. Eso se ha de sentir gacho… pero no se quedó sin festejo. No tan espectacular como el que se arma el “alcalde que robó poquito”, pero no por eso menos efectivo.
Nomás que no invitó…