¿A quién no le gusta echarse un postrecito? Es un gran placer y más si es helado. Pues me temo que no todo es taaan bueno como se oye. En Gales, una joven que trabajaba en McDonald’s sintió el rigor de su jefe por verse buena onda con un cliente.

Se trata de Sarah Finch de 19 años. Ella se ganaba su lanita en este restaurante de comida rápida que no sólo se reconoce por sus hamburguesas, sino también por sus postres o mejor conocidos como McFlurrys.

Ella se llevaba 143 libras a la semana (180 euros) y ¿por qué hablo en pasado? Resulta que Sarah fue despedida por su jefe cuando se enteró que ella le puso un poquito más de chocolate al McFlurry de un cliente que le dijo que “quería uno bueno”. ¿Quéeeee?

Su jefe dijo: Usted puede sentir que es trivial, pero con 740 empleados en mi empresa, si mi equipo de dirección pasa por alto este tipo de incidentes, rápidamente se convertiría en un país libre para todos

La acusación radicó en que, de acuerdo al gerente, Sarah regaló comida sin el pago correspondiente.

Sólo me queda decir Chaaa-leee

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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