Lo que necesitas saber:
La educación en las escuelas ha cambiado desde finales del siglo XX. La interacción y los métodos de aprendizaje han evolucionado, aunque algunas cosas siguen siendo las mismas.
Los tiempos cambian nuestro modo de vida en muchos aspectos, entre ellos tenemos el de la educación. Aunque pueda parecer que en 30 años no puede haber muchos cambios, los métodos escolares de aprendizaje actuales evolucionaron radicalmente en comparación con los de los últimos años del siglo XX. ¿Cómo era ir a la escuela en los años 90?

En la actualidad algunas cosas siguen igual, pero muchas otras cambiaron por completo. Era una época en que los niños y jóvenes no usaban dispositivos móviles y las computadoras eran un privilegio para unos cuantos. Desde el primer día de clases había que cargar con mochilas pesadas llenas de libros y cuadernos para cada materia, así como enfrentar múltiples días de contingencia.

Las clases de la escuela de los 90 implicaba algunos desafíos que gracias al uso de la tecnología y los métodos de enseñanza actuales se han hecho menos complicados. Muchas de las materias son las mismas de antes, pero el modo de aprender está más dirigido y simplificado y la información está mucho más a la mano. Aquí una pequeña crónica de esos días y cómo han cambiado las escuelas en los últimos 30 años.
El inicio de clases en los años 90
Las vacaciones de verano con sus viajes y sus días de descanso terminaron. Después del desayuno en casa, los estudiantes ya preparados con sus uniformes escolares y sus mochilas cargadas con los libros y artículos de la lista de útiles escolares llegaban a la escuela entre el tráfico vehicular (que hoy sigue vigente), listos para ver en qué salón y con qué amigos les tocaría estar en el nuevo año escolar, algunos con algo de nervios y otros emocionados por las novedades.

La mañana o la tarde en la escuela corría entre pizarrones con gises y borradores, pupitres de madera o plástico y los juegos de moda o los más tradicionales en el recreo como las canicas, el yoyo y el trompo, que todavía marcaban una tendencia, aún había loncheras de aluminio con personajes de películas, dibujos animados e historietas.
A la hora de clase el maestro marcaba el ritmo del aprendizaje y se dedicaba a imponer la disciplina. Como alumno, tenías que ser muy bueno para memorizar al pie de la letra cada una de las lecciones y los apuntes se tomaban a lápiz o bolígrafo en los cuadernos designados para cada asignatura.

Después de hacer nuevos amigos o cambiar las experiencias de las vacaciones con los de siempre, los estudiantes regresaban a casa para comer, hacer la tarea y entretenerse con algún juguete o videojuego, o ver un rato la barra tradicional de televisión en una época en que las alternativas eran los videos de vhs o la televisión por cable.
La moda y los hábitos de los años 90
Así comenzaba un nuevo ciclo escolar en el que los niños y adolescentes usaban los cortes de cabello y peinados en tendencia como el famoso corte de honguito para los chavos y los flecos y el look estilizado a base de spray para las chavas. Los colores fosforescentes y llamativos y la ropa holgada estaban de moda para los que no usaban uniformes.

No había Google o Wikipedia, así que las calificaciones altas eran para los que verdaderamente repasaban las lecciones en los libros y apuntes. Si no estudiabas o hacías la tarea de la forma tradicional, lo más seguro es que tuvieras una calificación poco satisfactoria.
Los jóvenes preferían la música alternativa, la electrónica o el hip-hop. Cada uno de estos géneros marcaba un estilo de vida y circulaban en cassettes y discos compactos. Se usaban walkmans y discmans y a falta de celulares o videollamadas, los adolescentes hablaban largas horas con sus amigos por el teléfono de casa para ponerse al día antes de hacer la tarea.

Estaban de moda los estuches de botones con compartimientos, las plumas con tinta de varios colores, las gomas de figuritas para poner en los lápices y los bolígrafos de gel. Algunos usaban portafolios en vez de mochilas y las carpetas Trapper Keeper para organizar las prácticas de laboratorio escritas a máquina de escribir seguían de moda desde finales de los 80.
Los métodos de enseñanza
Los salones del final del siglo XX se enfocaban más en el orden y la disciplina que los del día de hoy. No existía la flexibilidad que le da más importancia a la interacción entre alumnos y profesores y la dinámica de las clases se centraba principalmente en el maestro.

En la escuela de los 90 las lecciones se basaban en métodos de memorización y repetición, el pensamiento crítico y la colaboración de los estudiantes no se tomaba tanto en cuenta como en la actualidad.
En ese entonces, las escuelas diferenciadas (sólo para hombres o mujeres) todavía eran comunes. Ya con el paso del tiempo cambiarían al sistema mixto para promover la interacción entre géneros que predomina al día de hoy.
La tecnología en la educación
El pizarrón era el instrumento principal en el salón clase a diferencia de hoy, en que algunas escuelas ya cuentan con pantallas interactivas, tablets y wi-fi, con lo que la experiencia de aprendizaje es mucho más ágil y personalizada. En los años 90, contar con una televisión con videocasetera o un proyector era todo un privilegio.

Las computadoras hacían sus primeras incursiones en el mundo escolar y las clases de computación con lecciones sobre el sistema MS-DOS y otras curiosidades generaban grandes expectativas entre los alumnos y sólo algunos tenían un equipo en casa. En la actualidad la tecnología es cosa de todos los días.
Así era ir a la escuela en los años 90, durante la etapa en que el siglo XX terminaba y le daba paso al futuro en el que hoy vivimos. Aún con los cambios en los métodos de aprendizaje y los avances tecnológicos, la educación, el compañerismo y la amistad continúan como elementos permanentes en las escuelas de nuestros días.

