A lo largo de todos los años de su carrera musical, la banda originaria de Iowa Slipknot, ha vivido toda clase de situaciones y probablemente la experiencia más difícil para todos los integrantes fue cuando el 24 de mayo de 2010, Paul Gray –bajista y fundador– fue encontrado muerto por una sobredosis de morfina en una habitación de hotel.

Debido a que todos los integrantes de esta agrupación metalera siempre fueron bastantes unidos –a pesar de que cada quien se dedicara a sus proyectos alternos, como Corey Taylor con Stone Sour–, este acontecimiento causó que suspendieran las actividades de trabajo en un nuevo álbum y entraran en un corto descanso.

Un año después, Slipknot comenzaba a dar sus primeros pasos de regreso a los conciertos sin uno de los hombres que comenzaron la idea de esta gran banda, y en cada una de sus acciones decidieron rendir homenaje a su difunto amigo. Por ejemplo, utilizando los clásicos trajes rojos característicos de sus inicios, colgando el de Gray junto con su máscara en su posición habitual sobre el escenario.

 

 

Una vez concluida la gira del adiós a Paul Gray, la banda volvió a ausentarse un rato de los escenarios y comenzaban a correr rumores de un nuevo álbum, ya que no habían lanzado nada desde All Hope Is Gone en 2008.

La gran duda de quién sería el nuevo bajista quedó en el aire por un buen rato. Donnie Steele –el primer guitarrista de Slipknot– regresó para tocar el bajo en algunas presentaciones, aunque lo hizo detrás del escenario.

Después, la banda lanzó un álbum de éxitos en 2012 y decidió esperar otro poco más (cosa que ya estaba desesperando a sus fans), hasta 2014, para regresar triunfantes con 5: The Gray Chapter que, como se había previsto, fue dedicado a su excompañero y amigo.

 

 

No obstante, previo al lanzamiento a este disco también hubo algunos cuantos inconvenientes. Joey Jordison, el baterista, anunció su salida de la banda. En palabras de los otros integrantes “él estaba en un punto de su vida en el que los demás no”, lo que sea que eso signifique.

Sin uno de los mejores bateristas y su bajista original, algunas personas no estaban de acuerdo con el hecho de que Slipknot siguiera adelante con un nuevo álbum, pero el resto de los miembros de la banda estaba bastante segura de que saldría adelante con la frente en alto.

The Gray Chapter muestra un sonido renovado en Slipknot, con mayor furia y energía pero con elementos distinguibles y característicos de la banda. Si recordamos los primeros discos (por mas buenos que sean), llega ese momento en el que el sonido se ve saturado e impide apreciar la canción enteramente.

Con el predecesor de este disco, no todos todos los maggots quedaron complacidos, especialmente por todas esas canciones enfocadas en la voz de Corey Taylor –quien disfruta de tirar el celular de sus fans–, muy similares a las de su proyecto Stone Sour. Taylor se dedicaba a que todo sonara un poco mas tranquilo, dejando los gritos de lado… algo como lo que escuchamos en temas como “The Devil in I”.

 

Hoy en día, Slipknot ha estado muy activo con su gira, en búsqueda de nuevas ideas y aprendiendo a construir un equipo con los nuevos integrantes, Alessandro Venturella y Jay Weinberg.

Así lo demostraron el año pasado en el KnotFest México, pero si –por cualquier motivo– no tuvieron la oportunidad de asistir y ser testigos del Slipknot actual, no se preocupen, tienen una nueva oportunidad.

Slipknot está de vuelta este año los días 16 y 17 de octubre en el Foro Pegaso y entre sus invitados estarán otros actos como Slayer, Avenged Sevenfold y Marilyn Manson, entre muchos otros más.

 

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