Lo que necesitas saber:
Depeche Mode: M llega a los cines de México y estas son las reflexiones que nos deja la película de Fernando Frías.
Memento Mori es un disco que habla sobre la vida, la muerte y la trascendencia. Y esa esencia se siente en Depeche Mode: M, la película que la banda filmó durante los conciertos que dieron en la Ciudad de México en el 2023.
Dirigida por el mexicano Fernando Frías (ese mero que dirigió Ya no estoy aquí), esta cinta es mucho más una forma de revivir esos conciertos; es una reflexión de la leyenda de DM vista desde el imaginario de lo cercana que es la cultura mexicana con la muerte.

Algunos puntos clave sobre ‘Depeche Mode: M’
Pero esta reflexión es mucho menos trágica de lo que aparenta. Porque sí, es verdad que te puede dar algunos momentos para romperte el corazón… pero no son momentos para sumirte en la tristeza absoluta, sino para entender que es posible trascender aún cuando nuestra existencia es finita.
Ya pudimos ver la película y aquí les dejaos nuestras impresiones.
Ser conscientes nuestra mortalidad no debe ser confrontativo
En diversas entrevistas, Depeche Mode estableció que Memento Mori se impregnó de momentos duros, desde la pandemia hasta el fallecimiento de Andrew Fletcher. Bajo esa premisa, el título del disco ––traducido del latín–– es muy directo: recuerda que debes morir.
Sí, puede sonar agresivo, pero el pesimismo no es el objetivo del concepto; solo es una declaración de algo natural de lo que debemos ser conscientes para, en todo caso, darle brillo a lo que hacemos en vida.
Y esa esencia es la que Fernando Frías intentó impregnar en la película la Depeche Mode: M. En una entrevista con la NME, Fernando dijo que la película es “una celebración del concepto de ‘Memento Mori’…. y no tiene por qué ser confrontativo; así es la vida“.

Así es como Frías construye una narración, principalmente con la voz del genial Daniel Giménez Cacho, que intercala poemas y reflexiones sobre la vida y la muerte con escenas de los conciertos de Depeche Mode en México.
Esta narración, casi como una voz interna, te hace pensar en lo que es nuestra mortalidad y la trascendencia. Pero al mismo tiempo, te invita a disfrutar el presente; el goce de disfrutar un concierto, por ejemplo.
Esa es la visión para nosotros como audiencia. Y para Depeche Mode, puede ser similar… viendo a su alrededor tantas despedidas y siendo conscientes de que envejecen, lo mejor que pueden hacer es entregarse mejor que nunca en el escenario.
El recuerdo de Andrew Fletcher en la película de Depeche Mode en México
Quienes fueron a los conciertos de Depeche Mode, recordarán el homenaje que la banda hizo a Andrew Fletcher cuando tocaban “World In My Eyes”. Había hojas de papel con la cara de Andrew entre el público y una seña de Dave Gahan con las manos.
¿Era un infinito o unos anteojos? ¿O ambas quizá? Nos gusta pensar que ambas. Era una forma de recordar a Fletcher con una seña distintiva de su apariencia, y establecer que su legado con la banda será recordado por siempre.
Esta es una de las partes más emotivas de la película de Depeche Mode filmada en México. Y es que la narración antes de que esa escena, precisamente evoca la idea de aunque a cada momento una persona muere, cada muerte es relevante.
Cada pérdida eleva una infinidad y un universo de sentimientos. Y no importa quién sea… cada adiós es acompañado, a su particular forma, de algo trascendente. Esta reflexión es precisamente más impactante cuando vemos a DM tocando “World In My Eyes” con el público masivo recordando a Andrew Fletcher.

La cultura mexicana y un curioso cuestionamiento al Día de Muertos
Daniel Giménez Cacho y compañía hablan constantemente de cómo la muerte y la cultura mexicana, desde la era prehispánica, están vinculados. Pero la película no se va sobre el cliché del Día de Muertos, al estilo Coco, para retratar la mexicanidad.
De hecho, hay una reflexión muy interesante en la que se cuestiona cómo la festividad del Día de Muertos en realidad no es totalmente mexicana. Es una mezcla de muchas creencias que, entre las leyendas del Mictlán y el imaginario católico, se han moldeado dentro de nuestra cultura.

Esa es una parte importante de Depeche Mode: M. Hay un cuestionamiento de cómo se ha vuelto un poco estereotípica la idea de que el mexicano y su cultura están tan abrazados a la muerte.
Pero la narración lo resuelve: esa idea estereotipada desaparece cuando se entiende a fondo que nuestra cultura ve en la muerte algo más allá de la tragedia.
Nuestras festividades celebran la vida y la trascendencia ––espiritual e ideológica–– a través de la muerte.

Y así como esa reflexión, hay muchas más que realmente te capturan. Por ahí, la película hace una metáfora entre la vida y la muerte, y cómo se comparan con los avances tecnológicos.
Es curioso desde el punto de vista de que incluso la tecnología está destinada a morir, porque terminará siendo obsoleta. Pero el ser humano… ese aún tiene la capacidad de no dejarse hacer obsoleto.
Depeche Mode y el concepto de Gilgamesh
El viaje sobre cómo se entiende la vida y la muerte en México, parece llevar a Depeche Mode a una respuesta que se siente como un abrazo. Lo importante no es la inmortalidad, sino el legado.
Y ahí reside la comparación a Gilgamesh al final de Depeche Mode: M. El personaje literario y los miembros de la banda han sido testigos de la pérdida (Enkidu y Andrew Fletcher).
Pero esta pérdida, los ha hecho entender que el objetivo de la vida no es vivir o perdurar eternamente, sino el legado que dejas detrás.

Al final, Depeche Mode: M llega a México y esa es el gran mensaje que nos deja. Lo que importa es la marca que dejas en vida, seas quien seas… Y no importa si eres una estrella o una persona común. Tu vida cuenta.
Solo así, trascendemos de verdad.

