Y en una de las juntas editoriales que tenemos en nuestra heroica redacción surgió la pregunta: ¿y ustedes qué comida extrañan de su niñez? Así inició una plática que nos llevó a rememorar ya no sólo la comida, sino también bebidas, frituras y dulces que recordamos de nuestros años mozos.
Durante la conversación recordamos muchos de esos alimentos que hacían de nuestras tardes frente al televisor un momento especial (por eso ahora estamos gordos). Pensamos que sería buena idea hacer un post al respecto, y de la enorme lista que surgió, elegimos aquello que nos pareció lo más significativo. Total, todavía somos chavos y se nos hace fácil.
Seguramente ustedes recordarán con cariño algunos de estos productos, y claro, también pueden aportarnos los nombres de aquellos productos que hoy son difíciles de encontrar (y sólo los consumen los hipsters) o que por desgracia ya están fuera del mercado.
Ahora sí, con ustedes la lista de alimentos, golosinas y bebidas que formaron parte de la educación estomacal de los redactores de Sopitas.com:
Papas alfabeto
Las vendían en el Vips, venían servidas generosamente, y eran acompañadas con un vasito con queso amarillo, en el cual uno podía bañar cada papa a su antojo, y claro, divertirse formando palabras. De pronto dejaron de existir y fueron sustituidas por las llamadas “papas galacticas”, que sólo vienen servidas en pequeñas porciones y sin queso.
Si eres de aquellos que no las han podido olvidar, te pasamos un tip, aún las venden en Papa Guapa.
Los raspatitos
Principalmente de sabor uva, grosella y limón. Eran muy famosos por ser demasiado económicos (y era para lo único que nos alcanzaba). Al comerlo uno iba empujando poco a poco el pedazo de hielo a través de su empaque. Luego su imagen se modernizó un poco:
Doritos 3D
Una especie de globitos triangulares huecos cuyo sabor no estaba nada mal.
Cheetos de Cazuelita o Colmillos
En la antiguedad, sólo existian los Cheetos Torciditos, después comenzaron a surgir distintas variedades de esta botana, entra las que recordamos los de cazuelita o colmillitos (estos últimos, sabían exageradamente a vinagre).
Jicaletas
Unas paletas echas con jicamas y chile piquín que aún siguen consumiéndose, pero que sus servidores dejamos de comer porque tenemos ulceras gástricas a causa de nuestra vida de excesos ya nos sentimos grandes.
Doritos salsa verde
Otros de nuestros Doritos de antaño favoritos y de sabor bastante peculiar.
Milky Way Chupipack
Este dulce cuyo empaque “novedoso” te permitía disfruta del sabor vainilla y chocolate al mismo tiempo, fue descontinuado hace tiempo. Hay quienes aún añoramos su regreso.
Frutástica
De pronto aparecieron unas bebidas carbonatadas a base de concentrados de jugo de frutas que venían en unos empaques vaciladores. Ya ni nos acordamos de su sabor, pero sí de las curvas en sus latas.
Muppaletas
Un clásico de finales de los 80, esta paleta tenía la peculiaridad de poderse partir en dos y así compartirla con tus amigos. Venían en cuatro sabores diferentes (cada uno representado por un personaje distinto).
Espinacas de Popeye, Rayas de Garfield o Patitas de perro
Estos paquetes con chicles en forma de espinacas, rayas o huellitas irrumpieron en México cuando comenzaron a proliferar los dulces gabachos. Lo común era mascar una gran cantidad de chicle aunque luego ni nos cupiera en la boca.
Motitas
Muchos aprendimos a hacer bombas de chicle con Motitas, unos chicles alargados y de sabores que así se anunciaban en la década de los ochenta:
Chaparritas en botella de vidrio
Aún siguen vendiéndose, pero perdieron su encanto desde que se distribuyen en botellas de plástico. En mi infancia, una chaparrita era la bebida ideal para acompañar cualquier alimento (o hamburguesa de carrito).
Papas de los Caballeros del Zodiaco
La verdad sabían medio gacho, pero pus… ¡eran de los Caballeros! y además traían adentro un tazo… ¡de los Caballeros! Seguramente alguno de ustedes se comían varias bolsas al día con tal de completar su colección.
Chicles de los Cazafantasmas, estilo “tubo de pasta de dientes”
Era una pasta aguada y azucarada de empaque muy especial. Muchos se la pasaban como si fuera comida ¿o eramos los únicos?
Ring Pop
Aún siguen existiendo, aunque por cuestiones de edad ya no los consumimos. Muchos les decíamos “chupones”, pues por alguna extraña razón no le veíamos forma de joya, y si de articulo de bebé. No era raro que después de comerlos termináramos con el dedo pegajoso.
Actualmente también terminamos con el dedo pegajoso, pero ahora por otras causas.
Flipy
Similar al Gansito y al Chocotorro, pero sin su mismo éxito. Flipy era un panquecito con mermelada y malvavisco que así se anunciaba en 1987:
Palelocas
Dos paletas en una, con dos sabores diferentes y unos rostros locochones. Si naciste en los ochentas o noventas y no las probaste, no tuviste infancia.
Abejitas
No todos le encontraban el chiste, pero las comían sin importar que fuera pura azúcar. Decían que eran de sabores, pero todas sabían igual.
Cigarros de chocolate
Antes los adultos podían fumar en todos lados, por lo que muchos niños veían ese hábito como algo normal en los adultos, y querían imitarlo. Para esos chiquillos deseosos de sentirse grandes, hace un par de décadas había cigarros de chocolate que tuvieron gran éxito.
Pepsilindros
Ok, no es ningún alimento, pero somos muchos quienes llevábamos agua o refresco a la escuela en estos artefactos, culpables de que por años a cualquier objeto para transportar líquido se le llamara “pepsilindro”.
Sugus
Los sugus tuvieron su auge hace unos 20 años, cuando todos acostumbrábamos a comer estos chiclosos de sabores. Después desaparecieron un tiempo y nuevamente regresaron a nuestras vidas, aunque ya no fue lo mismo.
Ruffles Hot Dog
No sabemos por qué en las empresas de frituras les da por sacar productos con sabores raros. En este caso, las Ruffles Hot Dog tuvieron una fugaz estancia en México, suficiente para que las probáramos en un par de veces… y sí, sabían a hot dog.
Paletas Garfield
Paletas de caramelo con base de chicle, cuya cubierta era una figura de Garfield ú Odie, con la que después podíamos jugar.
Chiclosos Kori
Muy recurrente en las fiestas infantiles. Esta golosina se nos pegaba en los dientes por varios minutos.
Burbu Soda
Este polvito efervescente se volvió famoso gracias a una leyenda urbana que advertía de no mezclarlo con refresco de cola, pues si lo hacías tu vida estaría en peligro. Obviamente nos dio miedo probar si esto era un mito.
Gomitas de refresco
Mejor conocidas como Cheskitos, estas gomitas eran primas hermanas de Los Panditas. En un principio buscaban imitar el sabor un refresco de cola, aunque después aumentó su variedad.
¿Y ustedes qué alimentos o golosinas extrañan?