Las elecciones federales de este año en Estados Unidos son probablemente unas de las que más expectativa han generado en los últimos años. De acuerdo con análisis de medios y organismos independientes como el Proyecto Electoral de Estados Unidos, la cantidad de votos anticipados superó a la de las elecciones de 2016 a solo 8 días del gran día.
Hasta el pasado domingo, 25 de octubre, ya habían votado de manera anticipada o por correo electrónico más de 59 millones de personas, lo que se traduce en dos millones más que en 2016.
Y es que los principales asuntos sociales que están sobre la mesa en estas elecciones son sumamente importantes y las decisiones/posturas en torno a ellos van a tener un impacto trascendental para el rumbo de Estados Unidos en una época en la que el mundo entero está pasando por una crisis económica y sanitaria sin precedentes.
Vamos por partes para platicar de uno por uno.
COVID-19 en Estados Unidos
A principios de este 2020 nadie se imaginaba la pandemia que se nos venía encima, ni la velocidad de propagación del virus proveniente de Wuhan, en China. El primer caso en Estados Unidos se registró el 21 de enero en Everett, Washington, y desde entonces el virus SARS-CoV-2 se propagó a un paso alarmante.
Actualmente, a finales de octubre, Estados Unidos es el país que más casos y muertes acumuladas tiene en todo el mundo.
Al 27 de octubre el conteo de la Universidad Johns Hopkins revelaba 8 millones 723 mil 616 casos acumulados y 226 mil 002 fallecimientos.
Los Ángeles, ciudad del estado de California, es la que reporta más casos y muertes con 300 mil 614 y 7 mil respectivamente. Le sigue el condado de Miami-Dade, en Florida, y el condado de Cook, en Illinois.
El manejo de la pandemia, el sistema de salud, la crisis económica y demás problemas derivados de esta crisis sanitaria se convirtió en un reto político de enormes dimensiones, es por eso que este es el principal asunto social rumbo a las elecciones federales de este 2020.
Como sabemos el presidente Donald Trump se infectó de coronavirus recuperándose en tiempo récord gracias a un tratamiento experimental que autorizó para distribuirse de manera gratuita en todo el país. Sin embargo hemos visto al presidente pidiéndole a los ciudadanos que no le tengan miedo al COVID-19 y culpando a China —o a la OMS— por no haber actuado a tiempo con la propagación del virus.
Eso además de que promete que los “hará pagar”.
En esta carrera rumbo a las elecciones el mandatario incluso ha reclamado que si Joe Biden llega a la presidencia sí escucharía a los científicos para el manejo de la pandemia.
Por su parte el candidato demócrata, Joe Biden, propone hacer pruebas de detección gratis a todos los estadounidenses, así como contrato a 100 mil personas para el rastreo de contactos a nivel nacional y aumentar los puntos de aplicación de pruebas en automovilistas.
En este sentido, además, agrega la utilización de la Ley de Producción de Defensa para que los trabajadores de la salud tengan el equipo de protección necesario, distribución de pruebas a nivel nacional y demás artículos necesarios.
Black Lives Matter
El asesinato de George Floyd a manos de policías blancos el 25 de mayo de este 2020, así como de cientos de casos más que se han registrado anteriormente, desencadenaron una serie de manifestaciones y protestas en contra de los ataques y asesinados a la comunidad afroamericana.
El movimiento Black Lives Matter no solo se quedó en manifestaciones en la calle, una de las cuales llegó a la Casa Blanca, sino que alcanzó el ámbito deportivo y por supuesto es uno de los asuntos a considerar en estas elecciones.
Durante el pasado mes de junio pintaron un mural gigante en al menos dos cuadras en las cercanías de la residencia presidencial, en la misma calle que el presidente Trump recorrió para tomarse la ahora infame fotografía con una Biblia.
Esta lucha nacional ya no solo es para exigir un alto a la brutalidad policial sino para exigir que se detenga la financiación a todo el cuerpo policial y a terminar con el sistema racista que aún prevalece en Estados Unidos. Urgen una reforma policial de fondo y a gran escala no más represión para contener las movilizaciones.
Hasta el momento el presidente Trump ha condenado los desastres provocados por las manifestaciones y ha prometido endurecer las sanciones para terminar con las protestas violentas.
Obamacare
La Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, implementada por el expresidente Barack Obama, está colgando de un hilo esperando que la Corte Suprema decida si se queda o de plano se va.
Durante todo su mandato el presidente Trump intentó a toda costa que se eliminara para sustituirlo con una “opción hermosa” y para asegurar un punto a su favor, propuso a Amy Coney Barret como nueva jueza de la Corte, quien se ha pronunciado en contra de este programa.
Este sistema tendrá un papel fundamental justo ahora por la pandemia de COVID-19 que aumentó la cantidad de personas que necesitan cuidados médicos, algunos intensivos, y que son muy caros. Eso sin contar los tratamientos de recuperación.
Contrario a Trump, el candidato Joe Biden ha mencionado en varias ocasiones que no lo desaparecerá sino que le echará una manita de gato para convertirlo en el “Bidencare“.
5 puntos clave del segundo debate entre Biden y Trump… ¡y ahora sí se comportaron!
¿Abrir o cerrar? La crisis económica en Estados Unidos
La pandemia de COVID-19 trajo una crisis económica que urge resolver no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. En este sentido los dos candidatos, Trump y Biden tienen puntos muy distintos respecto a lo que se debe hacer para salir del hoyo.
Durante el debate presidencial final, en el que sí se comportaron, los presidenciables debatieron sobre si se debe priorizar el levantamiento de la economía o la salud ante la posibilidad de rebrotes.
Donald Trump apuesta por la llegada de una vacuna y pone todos los huevos en una sola canasta: una estrategia que fomente la economía, que mantenga las negocios abiertos e incluso regrese las escuelas a clases presenciales.
Por su parte el candidato demócrata Joe Biden le tiró durísimo a la respuesta de Trump y presentó un nuevo plan que cambie el timón y plantee cerrar negocios nuevamente solo cuando sea necesario. Sin embargo, aunque pareciera ser razonable, su idea de cerrar de nuevo no es nada popular entre los electores estadounidense.
Biden habla de un apoyo financiero para retener y contratar más empleados en las empresas, así como una campaña de información para mejores prácticas en las escuelas. Igual, propuso que cualquier persona infectada con COVID-19 o que esté al cuidado de un infectado cuente con la licencia remunerada en sus trabajos.
Aborto
El aborto es uno de los temas pendientes en Estados Unidos que podría tener un impacto importante en la decisión de los votantes.
Es quizá, también, uno de los temas que más separan a los candidatos uno de otro. Mientras que Donald Trump está en contra de las prácticas abortistas y lanzó a la Corte Suprema a una jueza profundamente conservadora y católica, Joe Biden se ha pronunciado a favor.
Aunque al llegar a la presidencia se podría enfrentar con un muro por parte de la Corte Suprema, ahora con mayoría conservadora, el candidato demócrata Biden, promueve desde su campaña una ley federal dirigida a blindar el aborto que mantendría esta práctica despenalizada en todo el país.
Migrantes
La política migratoria es uno de las piezas más fuertes que tiene el candidato Biden en contra de Trump para estas elecciones. No es muy necesario hablar de las propuestas de Trump en cuanto a los migrantes porque hemos observado sus acciones desde la presidencia: desde blindar sus fronteras con soldados y echando mano de la policía mexicana, construir un muro, llamar a los mexicanos y centroamericanos “violadores y ladrones”, hasta retener a los menores de edad en jaulas.
Se trata de una clara política antimigrantes bajo el lema de Make America Great Again.
Por su parte el candidato demócrata pone sobre la mesa en plan “Batalla por el alma de nuestra Nación” que acabaría con la separación de las familias, pondría un alto a las políticas de asilo a víctimas de violencia doméstica y pandillas, así como terminar con la detención prolongada en centros para migrantes.
Además, quizá el punto más fuerte, es restablecer el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) para los dreamers y terminar con los vetos migratorios.
Política de armas
La administración de Trump se enfrentó a varios tiroteos en escuelas, pero quizá uno de los más fuertes fue el registrado en la escuela secundaria Stoneman Douglas de Parkland, en el área metropolitana de Florida, en Miami. La llamada “masacre de San Valentín” dejó 17 muertes y una urgencia por reformar la política de armas en Estados Unidos.
En este sentido la postura del presidente Trump fue clara: argumentar que los tiroteos tenían que ver con personas con problemas mentales y no con la facilidad para conseguir un arma, y la solución plantear que los maestros se armaran para reaccionar ante un tiroteo.
En este sentido, el candidato demócrata Biden apuesta por reducir la violencia con la reducción de la accesibilidad de armas e ir en contra de la Asociación Nacional del Rifle (NRA). Algunas de las propuestas son sacar las armas de asalto y cargadores de gran capacidad de las calles prohibiendo su fabricación y venta.
Además regular la posesión de armas de asalto que existen bajo la protección de la Ley Nacional de Armas de Fuego y reducir el almacenamiento de armas.
Cambio climático y Estados Unidos fuera de los programas
Durante la administración del presidente Trump Estados Unidos salió del Acuerdo de París que busca mitigar los efectos del cambio climático. La postura del ahora candidato republicano es que el concepto de calentamiento global fue creado por los chinos para que la industria manufacturera de Estados Unidos dejara de ser competitiva.
Así. Textual.
Es importante mencionar que en la plataforma electoral de Trump no hay ninguna categoría que aborde directamente el cambio climático o la protección al medio ambiente.
Por su parte Joe Biden considera que el cambio climático y el calentamiento global es una de las amenazas más importantes y potencialmente destructivas para el mundo y el futuro de las siguientes generaciones. Por eso, sus propuestas van encaminadas a que el país libre una economía de energía limpia al 100% y alcance emisiones netas cero a más tardar en 2050.