Por  Andrea Pliego y Beatriz Acevedo

A nuestra capacidad de autoreflexión le debemos la posibilidad de admirar los procesos, las estructuras y las formas de lo que nos rodea. Especialmente, al ser humano lo caracteriza la capacidad de significar todo con lo que se relaciona para poder vivir en comunidad. Es toda una sorpresa descubrir que, a esos significados que hemos creado, les pertenecemos tanto como ellos nos pertenecen a nosotros. Son metáforas que nos piensan (Lizcano, Emmanuel; 2006). La naturaleza como mentora, como modelo o como medida. Ésa es la propuesta de la biomímesis mediante la cual se han ido transformando ideas y técnicas. Esta ciencia usa a la naturaleza como un estándar ecológico para juzgar nuestras creaciones o innovaciones; por tanto, está dedicada a estudiar las estructuras, procesos y formas de la naturaleza para imitarlas o inspirarse en ellas; así, diseñar propuestas que atienden a los retos humanos.

Sobre todo, retoma una manera constantemente innovadora de evaluar y mirar a la naturaleza; reconociendo que en ella existe sabiduría; buscando dejar de extraer de ella y más bien aprendiendo de ella. Es decir que, además de ser una ciencia, es una manera de interpretar el mundo; una re-aplicación de una metáfora que nos ayuda a relacionarnos con lo otro simbióticamente.

Basado en Vélez de León, D. & Téllez García, M. (2017). Biomímesis: La arquitectura y su relación con la naturaleza.
(Basada a su vez en Benyus, 2002)
Foto: Palenque – Chiapas. Cortesía de Paúl Contreras Corona.

Aplicaciones de la biomímesis

Tanto los seres vivos como los seres inertes, funcionamos en red de manera compleja; emular su funcionamiento implica trabajar con la complejidad. Esta postura abre preguntas. ¿Cómo cambiar los procesos industriales para que el trabajo y la abundancia de recursos se mantenga sin afectar el medio ambiente? ¿Qué ofrece la biomímesis en este sentido? ¿Qué nos enseña sobre la naturaleza?

Algunos ejemplos actuales de disciplinas y actividades socioeconómicas que han aplicado el trabajo biomimético son la biomedicina, bioconstrucción, biometría, biomecánica o la agroecología. Janine Benyus, co-fundadora del Instituto de Biomímesis, consultora de innovación y autora sobre ciencias naturales, difunde investigaciones y propuestas que aportan a estas disciplinas, entendiendo a los retos humanos como la alimentación, las fuentes de energía, el diseño de materiales, los modelos de aprendizaje, de hacer negocios y de cuidar nuestra salud. Nosotras planteamos ejemplos con los cuales cada disciplina, que no necesariamente aplica la biomímesis pero sí busca la sustentabilidad, puede aprovechar herramientas biomiméticas.

La ecoedición

Gestiona las publicaciones según los principios de la sostenibilidad. Aquí la biomímesis invita a las editoriales a apoyarse en proyectos que emulan a los ciclos naturales en su plan para la originación del libro. Dentro del ámbito de la producción de papel, en el que las ecoeditoriales deben tomar en cuenta el sistema de certificación forestal (PEFC o FSC), que asegura y certifica que los bosques son gestionados de forma responsable, y que el uso del papel que hace una empresa o una industria proviene de estos bosques; existe una propuesta biomimética interesante que aporta en este aspecto.

La ganadora del premio Ray of Hope en 2018, Nucleário, una nueva y más rápida manera de restaurar bosques que puede hacer más ecológico el uso del papel. Se trata de un aparato inspirado en el funcionamiento de la hojarasca, la cual regula la humedad en el suelo y protege las semillas de hormigas y pastos invasores. El aparato también imita la captación de agua de las bromelias, generando un microclima que atrae biodiversidad. Todas estas capacidades logran que las semillas plantadas se preserven y que los bosques se regeneren a mayor velocidad. Con métodos como este, la industria editorial podría promover procesos sustentables basados en la biomímesis.

Nucleário, proyecto brasileño para reforestar los bosques de Brasil.

La arquitectura

A las técnicas que se usan con los fundamentos de la sustentabilidad se les puede llamar ecotecnias. Existen desde hace mucho tiempo y se afirman a través de las tradiciones constructivas. Responden a las condiciones ambientales a las que está expuesto un edificio y por lo tanto aprenden del clima y el ecosistema. Aun así, en la arquitectura podemos encontrar soluciones ingeniosas e innovadoras al observar el funcionamiento de otros seres vivos o de materiales naturales.

La biomimética en arquitectura se hace notar con un ejemplo ganador del segundo lugar del premio Ray of Hope 2018: BioThermosmart. Un equipo de mexicanos y estadounidenses que se inspiró en cómo los elefantes, caimanes y tucanes regulan su temperatura a través de su sistema circulatorio para hacer un edificio con un sistema de gestión térmica circular.

BioThermosmart, Ciudad de México.

Biotecnología gris

Usa a los sistemas biológicos y organismos vivos, basándose en la creación de soluciones mediante la imitación de los procesos ecológicos para ayudar a la protección del medioambiente. Por ejemplo: el saneamiento del suelo, tratamiento de aguas residuales, depuración de los gases de escape y gases contaminantes, así como el reciclaje de los desechos y sustancias residuales.

En el caso de México, se han introducido consorcios de bacterias para labores de limpieza en zonas accidentadas, activando un proceso natural. Por ejemplo: el derrame de hidrocarburos en la presa El Cuchillo debido al paso del huracán Alex en 2010, en donde se implementó esta técnica para la limpieza y rehabilitación de la presa.

Asimismo, se usó para rehabilitar el río San Juan, Cadereyta, Jiménez, ya que, en 2015, una toma clandestina de uno de los gasoductos provocó el desbordamiento de hidrocarburos.

Imagen de colonias bacterianas, tomada de Biotecnología gris: la más desconocida de las aplicaciones de la biotecnología

 

Agroecología

La agricultura se ha ido afinando a lo largo del tiempo para mejorar su adaptabilidad a cada contexto. El mejoramiento de estos procesos proviene de la observación de la naturaleza y de la prueba y el error, o experimentación, pero cuando analizamos cómo se comportan los ecosistemas para imitarlos, estas prácticas se transforman radicalmente. La agroecología, innovadora y tradicional por sí misma, puede beneficiarse de la biomímesis. La invitación es contundente: la industria alimentaria debe asumir la diversidad biocultural implícita en la agricultura y entenderla hasta el punto en el que podamos recrear las redes de abundancia y las cadenas de nutrientes.

Éste es el caso de las investigaciones que se han realizado alrededor de los prados, de los cuales queremos aprender su funcionalidad complementaria, gracias a la cual el ecosistema se soporta a sí mismo a largo plazo.

Foto de Ryan Stone en Unsplash

Conclusión

Quizá,dejar de creer en que la capacidad autoreflexiva nos separa del resto de los seres vivos nos ayude a encontrar otras metáforas que nos sirvan para alcanzar diferentes estados de equilibrio y que nuestro modelo de vida no nos lleve a la autodestrucción.

La biomímesis y el pensamiento ecológico han nutrido la mente del ser humano haciendo patente que es fundamental entender los procesos biológicos, no solamente para emularlos, sino también para construir nuestros valores.

Abre una gama de posibilidades con las cuales podemos replantear nuestra manera de acercarnos al diseño, de hacer propuestas, proyectos y formas de interactuar con nuestro entorno. Es un concepto paraguas, que dentro del mundo de lo complejo, lo sistémico, lo interdisciplinario y lo interseccional, debe incluir voces divergentes, para pensar en conjunto y fortalecer la diversidad biocultural.

Si bien la biomímesis demuestra la inteligencia de muchos grupos humanos que ya han desarrollado habilidades biomiméticas y reconstruye el potencial de la ciencia, no hay que dejar de preguntarnos: ¿para quiénes? y ¿cómo está beneficiando o no a construir un mejor tejido socio ecológico?

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Andrea Pliego y Beatriz Acevedo son integrantes de Contaminantes Anónimus.

Twitter:@contaminantesa

Facebook: Contaminantes Anónimus

Instagram: contaminantes.anonimus

Imagen principal: “Casita termitaria”, por Angélica Cadena Irizar. Esta casa nos recuerda el ejemplo de los edificios que se inspiran en la ventilación que implementan las termitas en sus construcciones y en sus estructuras increíblemente estables hechas con materia orgánica.

Fuentes

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