Mientras EPN (a.k.a Enrique Peña Nieto) anda dando el rol por el mundo, aquí en México siguen saliendo a la luz pública casos bien preocupantes de su sexenio. Y si no nos creen sólo lean esto: el Washington Post reveló que la PGR —hoy FGR— espió a una periodista, una perita y una defensora de derechos humanos que investigaron la masacre en San Fernando.
Es un megachale por todo lo que implica: que el propio gobierno, que debe ver por la seguridad de todas y todos, le seguía el paso a tres mujeres por su labor, sólo porque investigaban el caso de la masacre de 196 personas allá en Tamaulipas en 2011.
Gobierno de EPN espió a periodista, perita y defensora por la masacre en San Fernando
La desaparecida PGR (Procuraduría General de la República) estuvo en todo menos en cuidar a estas tres personas, ya que monitoreó todas sus comunicaciones, desde llamadas telefónicas hasta mensajes de texto y contactos.
Esto sucedió entre el 2015 y 2016 mediante la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delincuencia Organizada (SEIDO).
En aquel momento la periodista Marcela Turati, la defensora de derechos humanos Ana Lorena Delgadillo y la perita antropóloga Mercedes Doretti estaban en una investigación sobre las 196 personas que fueron halladas en fosas clandestinas en San Fernando, Tamaulipas —en el caso de 2011.
El Washington Post obtuvo docus oficiales y judiciales que revelan el espionaje del gobierno de EPN sobre este grupo de mujeres y del asedio contra los familiares de las víctimas.
Intervención de teléfonos a como dé lugar
Fundación Justicia explicó que la PGR —con conocimiento de los altos mandos, ojo— organizó una investigación contra Turati, Doretti y Delgadillo equiparable a las hechas contra el narco, en este caso Los Zetas y hasta la policía.
Así de cañón estuvo el asunto porque la PGR pidió de manera extraurgente y sin una orden judicial los registros telefónicos de la periodista, la defensora de derechos humanos y la perita, así como su geolocalización.
Con este movimiento la PGR también puso en riesgo sus vidas, ya que toda la info obtenida la sumó a la carpeta de investigación de la masacre en San Fernando, sin que ellas supieran qué onda.
Una denuncia
“En 24 horas tenían información de dónde estuvimos, con quién hablábamos. En este país es más peligroso investigar un crimen que cometerlo.
Es un país donde hablar cuesta la vida”, dijo Marcela Turati en una confe organizada este 24 de noviembre tras la publicación del Washington Post.
No fue la única. La periodista estuvo acompañada de Ana Lorena Delgadillo, Mercedes Doretti, las familias de las víctimas de la masacre en San Fernando y otras organizaciones civiles.
¿Qué pasará ahora? Tanto familias como periodistas y activistas están a la espera de que la FGR investigue a la gente de la SEIDO (hoy FEMDO) por el espionaje y cancele en corto la investigación que la PGR comenzó contra ellas —en el gobierno de EPN y las gestiones de Jesús Murillo Karam y Arely Gómez.
San Fernando y la PGR de EPN
Sólo para tener el mapa completo de este preocupante caso —al puro estilo de represión, acoso y violencia contra periodistas—, San Fernando Tamaulipas es conocido por las fosas clandestinas que han aparecido en los últimos 10 años.
Ahí sucedieron varias masacres, las más fuertes y conocidas fueron las de 2010, cuando hallaron los cuerpos de 72 migrantes, y 2011.
En 2011, los cuerpos de 196 personas fueron hallados en San Fernando —también migrantes en su mayoría— y justo este fue el caso que la periodista Turati, Ana Lorena Delgadillo y Mercedes Doretti investigaron.