Lo que necesitas saber:
El reclutamiento por parte del crimen organizado se ha convertido en un efecto dominó de violencia que alcanza a adolescentes, niños y niñas en México.
A 20 años de la declaratoria del expresidente Felipe Calderón de la guerra contra el narcotráfico en México —y la continuidad del aumento de las capacidades del ejército en los gobiernos de EPN y AMLO—, su impacto ha ido creciendo en los entornos de las infancias hasta llegar al reclutamiento.
El reclutamiento forzado por parte del crimen organizado que se ha convertido en un efecto dominó de violencia que alcanza a adolescentes, niños y niñas como víctimas en México.

Reclutamiento forzado de infancias en México
Inmerso en este problema de seguridad social y obligado al compromiso de asegurar una vida libre de violencia para las infancias, México está ante una serie de propuestas que podrían prevenirlo.
(Aunque acá entra el muy importante compromiso de las autoridades —ahora del gobierno de Claudia Sheinbaum— para llevarlas a cabo y que la sociedad se sume en esta tarea mediante el consumo y comprensión de la información que se genera).
Para saber cuáles son estas propuestas o recomendaciones, en Sopitas.com platicamos con Juan Martín Pérez García, coordinador de Tejiendo Redes Infancia.

Todo a partir del caso del asesinato del alcalde Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, en el que uno de los presuntos agresores materiales fue un adolescente de 17 años.
Y de la cuestión de que la participación de adolescentes o niños en este tipo de casos no es una cosa aislada —más adelante en esta nota desarrolláremos esta idea juntos.
La importancia de tipificar el reclutamiento de niños y adolescentes
Vía telefónica, Juan Martín Pérez nos contó su participación en la coordinación del estudio sobre ‘Infancia y conflicto armado en México’ (poco más de 4 años después del inicio de la guerra contra el narco).

Pérez y el resto del equipo, recuerda, presentaron la investigación ante el Comité de Derechos del Niño en Naciones Unidas. Ahí, el comité emitió recomendaciones en estos 3 bloques:
Tipificar el delito de reclutamiento forzado
Tipificar no es otra cosa que sancionar una acción u omisión que, de facto, se convierte en delito al estar incluida en los códigos penales —piénsenlo como las leyes— de cada estado y país.
Entonces, acá la recomendación fue tipificar el delito de reclutamiento forzado en el Código Penal como un tipo penal diferenciado o que tiene elementos especiales dentro de la misma penalidad o sanciones.

¿Por qué es importante? Porque, en primer lugar, permitirá contar con estadísticas sobre esta gran bronca del reclutamiento de infancias.
Y, por lo tanto, con las estadísticas o los datos se podría armar un sistema especializado para investigar, atender y prevenir los casos, nos comenta Juan Martín Pérez García.
La verdad, esto es importante porque lo mencionó un especialista que ha seguido durante 4 sexenios el impacto de la crisis de violencia en las infancias mexicanas, a raíz de la guerra contra el narcotráfico.
Desvinculación y rescate
El segundo bloque es la creación de programas de desvinculación y rescate para adolescentes víctimas de reclutamiento. En otras palabras:
“Implica que no continúen siendo víctimas de crímenes atroces, pero al mismo tiempo que no continúen generando impacto o daños a otras personas”, remarca Pérez García.
Cultura de paz
Este bloque se refiere a más acciones de prevención. Es decir, “no tenemos que esperar a que lleguen a ser reclutados para hacer algo”, precisa el coordinador de Tejiendo Redes Infancia.
Estas acciones de prevención deben aplicarse en escuelas mediante la difusión de la cultura de paz o la resolución de conflictos.
4 sexenios
“Con todo esto desde hace 14 años las recomendaciones que recibió Felipe Calderón daban la posibilidad de evitar que toda esta dinámica continuara y se complejizara”, recuerda Juan Martín Pérez.
La situación no fue distinta con otros presidentes: Enrique Peña Nieto “las ignoró” y en el caso de AMLO cuando fue candidato, el tabasqueño hasta firmó los compromisos por la niñez pero, al final, no los cumplió, asegura Pérez.
Ahora, “Claudia Sheinbaum tiene una gran oportunidad para hacerlo diferente”.
“No es un tema de andar en malos pasos”
Llegamos a la crisis del uso o explotación de las infancias como sicarios del crimen organizado.
El caso de Carlos Manzo no se trató de un hecho aislado. La REDIM (Red por los Derechos de la Infancia en México) apunta que es un “crudo reflejo de la crisis de derechos humanos, violencia y abandono y que tiene a la niñez y la adolescencia como una de sus principales víctimas del reclutamiento”.
Para darnos una idea, en México la población en riesgo de ser reclutada o utilizada como halcones o sicarios es de hasta 250 mil niñas, niños y adolescentes.
Y sí: Michoacán es uno de los estados con mayor riesgo y vulnerabilidad. Aunque Juan Martín Pérez García también explica que las zonas vulnerables cambian conforme el desplazamiento por el control territorial del mismo crimen organizado.
Entonces, “no es un tema de andar en malos pasos, sino que el crimen tiene cada vez más control territorial y es mucho más fácil reclutar”.
Una economía de guerra
Para ahondar más en el hecho de que no se trata de “andar en malos pasos”, sino en un contexto de enfrentamientos o guerras cuyo sistema es endeble y, entonces, la violencia alcanza a consumir la cotidianidad de la población, incluida la de niños, niñas y adolescencias.
Por una parte están los soldados convocados por el Estado mexicano, apunta Juan Martín Pérez.
Y, por otro lado, “los grupos criminales no pueden hacer esta convocatoria legal, tienen que recurrir al reclutamiento.
Es decir, tienen que crear ejércitos privados paramilitares y para eso necesitan reclutar y la mayor parte del reclutamiento que están haciendo es forzado”.

El coordinador de Tejiendo Redes Infancia apunta: “si miramos el diagrama de población de las personas desaparecidas vamos a observar que la mayoría son hombres jóvenes en un promedio de edad de 25 años. Inician desde los 14/15 años hasta los 30 en promedio”.
Eso nos lleva a identificar que hay una triada que se construye sobre los mismos enfrentamientos: desaparición, reclutamiento y homicidio, en medio de una economía de guerra.
Juan Martín Pérez explica que esta economía de guerra fomenta la necesidad de tener soldados tanto del Estado como sicarios del crimen.
Ahí es donde justo entra el reclutamiento de adolescentes y personas jóvenes, ante el “debilitamiento de las capacidades institucionales para garantizar la vida, propiedad y desarrollo” de la misma sociedad.
Entonces, “si la economía se reorientó hacia la guerra, como el dinero no alcanza, lo que gastamos en militares se lo quitamos a Salud, Educación y Desarrollo”.
Es decir, la estrategia entra en una paradoja del debilitamiento institucional ante la diversificación de las fuentes de financiamiento ilegal.
El efecto dominó
Al final, Juan Martín Pérez compara esta situación de violencia cíclica en una economía de guerra como el efecto dominó donde los adolescentes e infancias entran a esta cadena.
“Si tú tienes a una persona reclutada, esa persona va a participar en homicidios, desapariciones, extorsiones y otros crímenes”.
Una niñez libre de guerra
Por lo pronto, Pérez García hace esta invitación para todas y todos que nos leen por acá en Sopitas.com:
Sumarse con una firma a la campaña de Tejiendo Redes Infancia para una Niñez Libre de Guerra y, de esta manera, exigir a las autoridades —el gobierno de Claudia Sheinbaum— para que centren su atención en la tipificación del reclutamiento forzado.
Por acá está el enlace para que le echen un ojo y se sumen en la presentación de propuestas para una problemática que lleva poco más de una década.

