Lo que necesitas saber:
Vampire Weekend volvió al Corona Capital tras 12 años con un show preciso, nostálgico y lleno de clásicos. Uno de los sets más finos del festival.
Vampire Weekend regresó al Corona Capital 2025 en uno de esos momentos que se sienten importantes sin necesidad de que nadie lo diga. La banda neoyorquina no tocaba en el festival desde 2013, cuando todavía estaban en pleno ascenso dentro del indie y el Autódromo era un escenario muy distinto. Doce años después, Ezra Koenig, Chris Baio y compañía llegaron con la seguridad de una banda que ya sobrevivió todas las modas y que sigue sonando igual de fresca que cuando nos volaron la cabeza por primera vez.
Un set que recorrió todas sus eras
De 9:30 a 11:00 de la noche, el escenario Doritos se convirtió en una especie de línea del tiempo de la banda. No hubo pausas innecesarias ni discursos largos: arrancaron y no soltaron.
Los clásicos estuvieron ahí y el público los recibió como si fueran himnos generacionales: Oxford Comma, A-Punk, White Sky, Cousins. En vivo, las rolas nuevas suenan más robustas, llenas de detalles que quizá en el disco se sienten más discretos, pero que sobre el escenario toman vida propia.
Ezra en modo relax, la banda en modo precisión
La vibra del show fue muy Vampire Weekend: relajada, nada sobreactuada y con una ejecución impecable. Ezra Koenig cantó con esa mezcla de concentración y ligereza que tiene desde siempre. No es frontman de discursos, pero sí de presencia. Y eso, combinado con la banda tocando sin un solo paso fuera de lugar, hizo que todo se sintiera como una tocada entre compas… solo que esos compas eran miles de personas apretadas frente al Doritos.
El público respondió desde el arranque. Estaban listos, calentados y con ganas de cantar. Lo único incómodo fue tener que esquivar a varias bolitas que se pusieron a platicar como si estuvieran en la sala de su casa. Bro: si quieres charla larga, hay cafés; aquí venimos a gritar Oxford Comma.
Un sonido limpio que no necesita adornos
Vampire Weekend nunca ha sido una banda que busque saturar o romper el escenario a punta de decibeles. Lo suyo es el detalle: capas, arreglos pequeñitos, líneas de guitarra que pasan casi desapercibidas pero que mantienen todo vivo. Y esa fórmula funcionó perfecto en la noche del sábado. No fue el set más caótico del festival, pero sí uno de los más disfrutables.
Las rolas nuevas encajaron sin fricción con los clásicos, y eso dice mucho de su madurez. Puedes brincar con A-Punk, emocionarte con Campus y enseguida clavarte en algo más reciente sin sentir el bajón.








El momentazo: el combo que reventó el Doritos
Hacia la recta final, la banda soltó ese cuarteto que nunca falla: Cousins, A-Punk, Campus y Oxford Comma. Ahí sí, el Doritos se incendió completito. Brincos, gritos, teléfonos al aire… la vibra que hace que un festival sea un festival.
Y cuando parecía que ya habían dado todo, cerraron con Harmony Hall y Walcott, que incluyó la presentación formal de la banda. Un cierre cálido, sin pretensiones y con ese sello elegante que siempre han tenido.
Conclusión: un regreso que valió cada minuto
Vampire Weekend no necesitó pantallas gigantes, gimmicks ni explosiones. Lo suyo fue un show honesto, bien armado y con suficiente nostalgia para satisfacer a los fans veteranos, pero también con la energía para conquistar a quienes los veían por primera vez.
Doce años después, siguen siendo una banda que entiende perfecto su lugar: no son los más ruidosos ni los más virales, pero sí de los más finos. Y en el Corona Capital 2025 lo dejaron clarísimo.
Setlist completo
- Mansard Roof
- Holiday
- Ice Cream Piano
- Classical
- Connect
- White Sky
- Step
- This Life
- Sunflower (con extracto de Mario Bros Nivel 1-2)
- Sympathy
- Capricorn
- Gen-X Cops
- Diane Young
- Cousins
- A-Punk
- Campus
- Oxford Comma
- Mary Boone
- Harmony Hall
- Walcott (con presentación de la banda)

